Acusaciones. El sargento de la Marina estadounidense Frank Wuterich (i) camina acompañado por la sargento Trujillo.
El sargento Frank Wuterich, jefe de un pelotón de infantes de marina, se declaró culpable de haber matado a 24 iraquíes desarmados en un operativo en 2005.
Wuterich se declaró culpable de la muerte de los iraquíes en el poblado de Hadita, poco después de que una mina antipersonal en un sendero matara a un infante de marina e hiriera a otros dos.
La declaración de culpabilidad mediante un acuerdo con fiscales militares redujo la sentencia al mínimo de tres meses de prisión, el descuento de dos tercios de su salario y la pérdida de grado de sargento, para recomenzar como infante regular de marina.
Con el acuerdo se le retiraron los cargos de asesinato que originalmente enfrentaba el militar. El juicio donde Wuterich aceptó su culpabilidad se realiza en la base naval de Camp Pendleton, la mayor fuerza en el suroeste estadunidense.
La defensa de Wuterich comentó que el todavía sargento "ha tenido que soportar durante seis años que su nombre sea enlodado" , al relacionarlo con las 24 muertes de civiles.
El ataque contra el poblado de Hadita ocurrido el 19 de noviembre del 2005 dejó también un número no especificado de civiles heridos, incluidos menores de edad.
PIDEN JUICIO POR GUANTANAMO
Por su parte, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Navi Pillay, demandó hoy que se lleve ante la justicia a los perpetradores de actos de tortura en la prisión de Guantánamo.
Externó su "profunda decepción" por el incumplimiento de la promesa del gobierno del presidente Barack Obama de cerrar dicho centro de detención arbitraria.
"Los individuos que hayan perpetrado, ordenado, tolerado o aprobado la tortura y los malos tratos deben ser llevados ante un tribunal de justicia", instó la Alta Comisionada en un comunicado.
Condenan muerte de disidente cubano
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos(CIDH) condenó hoy la muerte del disidente cubano Wilmar Villar, quien falleció la semana pasada tras una huelga de hambre.
La comisión expresó su pésame y solidaridad con los familiares de Villar, quien en noviembre pasado fue condenado a prisión por un tribunal cubano que lo encontró culpable de 'desacato, resistencia y atentado'. Villar inició una huelga de hambre en protesta contra el juicio y el fallo, al que calificó como 'injusto', que resultaron en su muerte la semana pasada después de 50 días sin consumir alimentos.
En febrero de 2010, la CIDH lamentó y condenó la muerte del disidente cubano Orlando Zapata Tamayo, quien murió de inanición tras 85 días de huelga de hambre. La comisión se pronunció además contra la situación permanente de transgresión en Cuba de los derechos fundamentales de sus ciudadanas y ciudadanos.