Cosas muy importantes de la vida van y vienen.
El amor.
El dinero.
Las golondrinas.
Heráclito aprendió, mirando el río, que la vida fluye, y que en ella lo único que permanece es lo que se va.
Se va la vida -sabe irse muy bien-, y regresa, porque ésa es su vida: regresar.
De modo que no lloremos lo ido.
Volverá.
¡Hasta mañana!..