"Cantando la cigarra pasó el verano entero".
La hormiga, en cambio, trabajó afanosa.
Cuando llegó el invierno los graneros de la hormiga estaban llenos. En cambio la cigarra no tuvo qué comer. La hormiga, indiferente, la dejó morir de hambre.
Voy a decir ahora algo que sé. La cigarra está cantando -es la solista- en el coro de los ángeles y los arcángeles. La hormiga ha sido condenada a llenar graneros toda la eternidad. No se le castigó por trabajadora, no. Tampoco por ser rica. Su indiferencia fue lo que la perdió.
¡Hasta mañana!..