Llegaron sin anunciarse y me dijeron de buenas a primeras:
-Somos los puntos sobre las íes.
Yo me preocupé. Supuse que venían a ponerme los puntos sobre las íes. Pero ellos declararon:
-Estamos ya cansados de que se diga siempre "Poner los puntos sobre las íes". Eso hace que todo el trabajo sea para nosotros. Queremos que en adelante se diga "Poner las íes bajo los puntos". Que, para variar, también las íes hagan algo.
Yo quise ponerles a los puntos sobre las íes los puntos sobre las íes. Pensé, sin embargo que tenían algo de razón. Es cierto: no siempre los puntos sobre las íes se ponen donde se deben poner. A las íes es a las que hay ponerles ahora los puntos sobre las íes.
¡Hasta mañana!...