Cada antología de poemas podría llamarse "Lo que el viento no se llevó".
Pasan las modas, y los modos pasan, y queda sólo aquello que por su belleza intemporal está por encima de los modos y las modas.
El tiempo es el mejor antólogo.
Quizás al final de los tiempos -y de las antologías- quedará sólo un poema.
El Poema.
¿Cuál será?
¡Hasta mañana!...