Si vivo sólo para el dinero me afectarán mucho los cambios del dinero.
Si mi vida no es mía me afectará lo que hagan los dueños de mi vida.
Si me preocupo sólo de lo material podrán herirme las cosas materiales...
Pero si no anhelo tener más dinero que el que necesito, otros serán los que se preocupen por el dinero.
Si tengo vida interior nada podrán contra ella las maldades y torpezas exteriores.
Si mis ojos miran más allá de las cosas materiales, éstas se volverán irrelevantes.
Ojos y boca tengo; corazón y manos; sueños e ideales. Nada de eso he perdido. Y lo más importante: vivo continuamente enamorado, y nadie puede quitarme ese amor.
¡Hasta mañana!..