Se llevó a cabo un concurso para determinar cuál palabra, entre todas las palabras, era la más peligrosa.
Se presentó la palabra Miedo.
La palabra Indiferencia se inscribió.
Llegó la palabra Ocio.
La palabra Envidia se registró también.
Otra palabra hubo que igualmente participó en aquel concurso.
Y lo ganó.
Se le consideró la más peligrosa de todas las palabras.
Fue la palabra Yo.
¡Hasta mañana!...