Me habría gustado conocer a Audrey Hepburn, una de las presencias más hermosas que el cine ha dado al mundo.
Escribió esto:
"Cuando eres joven y empiezas la lucha por la vida generalmente tienes una sola mano que te ayuda: la tuya propia. Pero cuando eres adulto, y te has abierto ya el camino, debes recordar que tienes dos manos: una, la tuya, para recoger los dones que con tu esfuerzo te has ganado; la otra para extenderla a los demás y compartir con ellos esos dones".
Me habría gustado conocer a Audrey Hepburn.
Era bella de cuerpo, pero era bella también de alma.
¡Hasta mañana!...