El Padre Soárez platicaba con el Cristo de su iglesia.
-Señor -le preguntó-. ¿Por qué hay maldades y violencias en el mundo? ¿Por qué hay injusticia y crueldad? ¿Por qué hay tanto sufrimiento? ¿Por qué los débiles padecen opresión? Tú podrías hacer algo para evitar todo eso. ¿Por qué no lo haces?
Le respondió Jesús:
-No hables así, Soárez. Yo podría preguntarles lo mismo a ustedes, los hombres: "¿Por qué no hacen algo para evitar que en el mundo haya maldad, injusticia, sufrimientos, opresión?". Y créeme: muchos estarían en apuros para contestar.
El Padre Soárez meditó la respuesta del Señor, y ya no le preguntó nada.
¡Hasta mañana!...