Matsuo Bashó (1644-1694), llamado en su tiempo "El creador", fue uno de los mayores cultivadores del haikái, esa pequeña joya lírica nacida en el Japón.
Su discípulo Kikaku le mostró uno que había hecho. Decía así:
Una libélula roja.
Quitadle las alas:
Un pimiento.
Bashó tomó el pincel y corrigió:
Un pimiento rojo.
Ponedle alas:
Una libélula.
Le dijo a Kikaku:
-Lo que escribiste tú es realidad. Lo que yo escribí es poesía.
¡Hasta mañana!...