El Funcionario del Estado le ordenó al señor Pérez:
-Escoge un número, del cero hasta el infinito.
El señor Pérez dijo, tembloroso:
-El 976.
-No es ése el número que debiste escoger. Ni siquiera te acercaste.
Preguntó el señor Pérez con angustia:
-¿Qué número debí escoger?
Se dignó responder El Funcionario:
-Debiste haber escogido la e.
Se atrevió a decir el señor Pérez:
-La e no es un número. Es una letra.
-Precisamente -replicó El Funcionario del Estado-. Hay menos letras que números. Tenías más probabilidades de
acertar.
El señor Pérez no entendió. Nunca entendía nada. Pero no ya no respondió. Si algo entendía es que no debía responder.
¡Hasta mañana!...