El buen Jesús le dijo a un hombre:
-Pide y se te dará.
Busca y encontrarás.
Llama y se te abrirá.
Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama se le abrirá.
O dime: si tu hijo te pide pan ¿le darás una piedra?
Se quedó pensando el hombre, y luego respondió:
-Pues, mira, Señor: a mi hijo a lo mejor sí, pero a mi nieto ¡de ninguna manera!
¡Hasta mañana!...