El señor hizo a la gallina.
Después de hacerla dijo:
-¡Pobrecilla! Tendrá vida difícil. Los hombres usarán su nombre para tildar a los medrosos y cobardes. Sufrirá acerbos dolores cada vez que ponga. Pasará hambres y fatigas para empollar sus huevos, y cuando nazcan sus polluelos no hará otra cosa más que cuidarlos hasta que sean grandes.
Compadeció, pues, el Señor a la gallina.
Y para compensarla le dio al gallo.
¡Hasta mañana!...