Estudiantes del Tecnológico de Monterrey observarán la migración de estos insectos para comprender cómo interfiere el crecimiento de ciudades y el calentamiento global en su viaje.
Como una manera de contribuir a la investigación sobre el crecimiento de las ciudades, la construcción de carreteras, así como las recientes sequías y otros fenómenos relacionados con el cambio climático han afectado su ruta, 30 alumnos del Tecnológico de Monterrey monitorearán el paso de las mariposas Monarca por los jardines del Campus Monterrey.
Este año, por primera vez, Correo Real a través de la ingeniera Roció Treviño, coordinadora del proyecto Correo Real, capacitó a un grupo de 30 estudiantes, Campus Monterrey, entre ellos, participantes en el programa de Servicio Social Ciudadano "Amigos de la Naturaleza" de donde surgió el primer grupo que monitoreará el paso de este impresionante insecto por el campus.
Las mariposas Monarca han maravillado a investigadores, naturalistas y otros interesados en los fenómenos migratorios; durante muchos años, el punto final de su viaje migratorio constituyó un verdadero misterio para los interesados hasta que un profesor de la Universidad de Toronto, Fred Urquhart ubicó una colonia alrededor de 1975 en la comunidad de Angangueo Michoacán, casi 40 años después de que inició sus investigaciones.
La mariposa monarca es nativa del continente Americano, y se extendió a Hawai, Samoa y Tahití, así como Australia y Nueva Zelanda, transportada por barco o ayudada por el viento. La población más importante es la que se localiza al sur de Canadá y norte de Estados Unidos, desde donde realizan migraciones todos los años.
Su migración inicia en otoño, cuando las horas luz y la temperatura disminuyen en el sur de Canadá y las plantas, de cuyas flores se alimentan, empiezan su letargo invernal. La generación de mariposas que nace a finales de verano será la que iniciará el recorrido de alrededor de 5 mil kilómetros viajando de seis a ocho horas diarias cruzando lo mismo áreas naturales que ciudades en su ruta por Canadá, Estados Unidos y México.
Si bien, identificar su sitio de hibernación ha constituido una pieza clave en el enorme rompecabezas ecológico que constituye la vida de la monarca, muchas preguntas quedan aún por ser respondidas.
Una de las principales es determinar con mayor precisión su ruta migratoria y los cambios que ha sufrido como consecuencia del crecimiento de las ciudades, la construcción de carreteras sobre su ruta así como las recientes sequías y otros fenómenos relacionados con el cambio climático.
Este esfuerzo ha sido realizado por muchos años en México por la organización llamada Correo Real que ha capacitado a adultos y niños en varios estados de nuestro país por donde pasa la Mariposa estableciendo una red de comunicación basada en el correo electrónico para documentar las observaciones de los participantes en cada época migratoria.