Gerardo Galindo no pudo evitar el llanto de impotencia tras la derrota por goleada ante Rayados de Monterrey. (Jam Media)
Sesenta segundos duró la resistencia de unos Estudiantes casi en Liga de Ascenso y fue el tiempo que tardó en aparecer el sueño del doblete para Rayados.
Tras ese lapso, se clavó un "Chupete" en el ataúd de los zapopanos, que cada jornada lucen más lejos de la Primera División.
Un disparo fuera del área de Humberto Suazo, apenas al minuto con 14 segundos, le quitó otro pedacito de máximo circuito a la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG).
A partir de ese golazo del chileno, la debacle estudiantil y el festín regio iniciaron para acabar 4-0.
El conjunto de Monterrey comienza a ser esa maquinita de elementos deslumbrantes, caros como efectivos, por lo que despedazó a los Estudiantes-Tecos.
Un cuarteto ofensivo, sinfónico y letal. Los cuatro atacantes de los Rayados funcionan a la perfección cuando el torneo se pone en su momento álgido y justo para encarar la segunda parte del Torneo Clausura 2012.
Un minuto después del silbatazo inicial en el estadio Tecnológico ayer, Chupete lo demostró.
Suazo, Aldo de Nigris, César Delgado y Ángel Reyna comienzan a asustar a los demás rivales para mandar el aviso de que los regios están para pelear con la etiqueta de favoritos el título de este torneo.
Los tres últimos ofensivos hicieron su parte para que su escuadra llegara a 22 puntos y ya como un serio aspirante a ser pronto parte de la próxima Liguilla.
El conjunto tapatío necesita el milagro de ganar prácticamente todos los partidos que le restan y que se combinen derrotas del Atlas o Gallos para quedarse un año más en Primera División. Complicado.