Para quienes buscamos entender la economía global y los acontecimientos financieros así como tratar de visualizar el destino de los negocios en sus diferentes actividades, ya no es suficiente comprender lo que ha sucedido en Estados Unidos, Europa, Japón y últimamente el comportamiento de China.
Debemos analizar y comprender también lo que está sucediendo con las economías de los mercados emergentes; es decir entender sus condiciones actuales ya que incluyendo a nuestro país no son los mismos de hace unos cuantos años, las condiciones han cambiado rápidamente en sus comportamientos económicos y financieros y por ende en la concepción de las diversas actividades productivas. Con mayor razón cuando estamos por iniciar una nueva etapa política en México y por lo que vimos en el parlamento con la reforma laboral parece que es más de lo mismo.
Todos los participantes en el mercado lo mismo sean políticos, empresarios, inversionistas y asesores tendrán que entender mejor el papel que juega cada país, las estimaciones de nuevos fondos de capital que regularmente por su importancia están concentrados en manos de agencias de inversión y lo mismo influyen en los mercados de valores como también en las actividades comerciales vía los comodities o incluso la misma bolsa de Chicago en el precio de los alimentos como sucede actualmente, además en el comportamiento en el precio de los metales y energéticos.
Ya no será suficiente realizar proyecciones sobre la base de fundamentos económicos y financieros, será necesario con más frecuencia entender el grado hasta el cual las dimensiones tecnológicas de los diferentes mercados impulsados por innovaciones financieras pueden influenciar los fundamentos en las que cada vez más son interacciones de doble vía. Además los inversionistas deben reconocer completamente la naturaleza cambiante de la infraestructura financiera y la composición de productos.
Incluso en nuestro propio país en ocasiones pasan desapercibidas las inversiones que están realizando los más importantes empresarios, ya que están diversificándose hacia otras actividades que antes estaban controladas sólo por extranjeros como la alta tecnología, comunicaciones, etc. en donde no cabe la inquietud por los cambios políticos o modificaciones en el entorno social. Los empresarios exitosos ven hacia el futuro innovando en ocasiones reestructurando totalmente a la empresa e implementando programas agresivos de aseguramiento de calidad e incluso la capacitación de personal lo que les permite trabajar con éxito a pesar de las circunstancias que se están enfrentando.
México y el resto de las economías emergentes se han posesionado y seguirán teniendo una creciente influencia en la economía global en estos años en virtud de la debilidad de los países altamente industrializados y que como ya sabemos tardarán en volver a tomar su liderazgo; en pocas palabras a pesar de la incertidumbre hay oportunidades de negocio se trata de comprender el nuevo horizonte de la economía mundial y dirigir con precisión el nivel y la dirección del comercio, los flujos de capital, la competitividad y sustentabilidad.
La competitividad es un motor indispensable y un indicador del desempeño potencial y crecimiento de los negocios, la mejoría de la misma permite producir con calidad y menor costo para aspirar a llegar a otros mercados e internamente enfrentar la competencia con el exterior; terminaría con una frase que hace años mencionó en una exposición Hideo Sugiura de HONDA: "No debemos de tratar de vender cosas sólo porque hay un mercado, sino más bien debemos tratar de crear un mercado nuevo comprendiendo exactamente las necesidades potenciales de los clientes y la sociedad".