Mountain Lion, ¿realmente lo necesitas?

Antes que nada, debo aclarar que soy un gran fan de Apple. Tengo muchos años siendo seguidor de los productos de la compañía y creo que su gran éxito se debe a que hacen muchas cosas mejor que la competencia y anteponen la experiencia del usuario antes que el desempeño o el hardware.

Sin embargo, la nueva actualización de su sistema operativo -Mountain Lion- me ha tenido toda la tarde pensando si realmente era necesaria, porque a mi parecer, tiene un gran problema y ese es un severo problema de identidad que ya se dejaba sentir desde Lion. ¿A qué me refiero? A la constante necesidad de Apple -y Microsoft- de trasladar la experiencia de los sistemas operativos que hay en los smartphones al escritorio.

El objetivo según los diseñadores es cerrar la brecha que hay entre los dos tipos de usuarios, haciendo que invite más a aquellos acostumbrados a la simplicidad de iOS sin perder la manera de uso que le gusta a los power users. Pero lo ideal dista mucho de la realidad y este es tal vez el golpe más duro que la apuesta de Cupertino puede tener; simplemente basta con ver Lion, el primer intento de aplicar esta filosofía, que nos brindó Launchpad, una aplicación que nunca he visto usar a nadie -yo la he abierto 2 veces y por error- y un montón de gestos multitouch que no te sirven de nada a menos que compres un mouse nada ergonómico como el Magic Mouse o una opción que no sirve de nada si trabajas en tu Mac como el trackpad; y no mencionaré varias decisiones de interfaz de usuario que dejan mucho que desear. No por nada Lion es una de las actualizaciones menos queridas por los usuarios de la manzanita.

Ahora Mountain Lion añade más aplicaciones directas de iOS y más decisiones de interfaz basadas en el sistema para smartphones, cosa que realmente tengo rato tratando de encontrar una razón válida para su existencia. Por supuesto, tiene cosas muy buenas: iCloud es una belleza y a nivel de sistema debe ser un gozo, Notification Center es todo lo que quienes estamos hartos de Growl y sus actualizaciones diarias queríamos (¿de verdad necesita actualizarse tanto un software de notificaciones?), Airplay es una gran característica -si tu hardware es de 2011 en adelante- y la integración a Facebook y Twitter desde sistema son el deseo hecho realidad de aquellos que gustan compartir de más.

Pero fuera de ahí, Mountain simplemente se siente como debió haber sido Lion desde un principio; más un gran parche que una actualización, algo que sería imperdonable de no ser por su precio (20 dólares). ¿Debes actualizar? Todo depende. Si eres usuario de Lion, hazlo sin dudar; de esta manera tendrás la experiencia como debe de ser y de paso un aumento en el desempeño de tu máquina. ¿Usas Snow Leopard? Entonces primero prueba las novedades y los cambios en el uso, si no te molestan adelante y si lo hacen, espera un poco; es probable que Apple obligue tarde o temprano a las personas como tú a hacer el update, pero por lo pronto puedes esperar. Y si eres diseñador gráfico -como yo- te aconsejo no actualizar a menos que uses Adobe Suite CS6, ya que las anteriores se han reportado con problemas serios.

¿Acaso esta perdiendo el toque la empresa de Cupertino? No lo sé, pero hay algo que es preocupante: Ni iOS 6 ni Mountain Lion han generado la emoción que cada nuevo sistema solía provocar en quienes amamos a la manzana y eso es algo que deberían tomar en cuenta. Es comprensible que no quieran deshacerse de la gallina de los huevos de oro -la filosofía iOS- pero hay que cuidar de no perder esa magia que habitaba cada producto Apple y que la llevó a ser la empresa que es hoy en día.

Menos diseño basado en imitar objetos y texturas reales y más seguimiento de las leyes de Dieter Rams; menos decisiones de ingenieros y más ideas de Jonny Ive; esto es algo que Steve Jobs hubiera querido y no puede perderse. Porque cuando Microsoft -el eterno uncool guy- hace software mas bonito que el tuyo -Windows Phone, por supuesto- es hora de aceptar que hay un problema que tiene que solucionarse ya.