En el antiguo hospital civil de Guadalajara murió, al parecer por enfermedad, Gerardo Flores Gómez, a quien las autoridades identificaban con el alias de "El Tatuado", uno de los presuntos responsables del asesinato de cuatro estudiantes de la universidad de Guadalajara y un padre de familia, cuyos cuerpos fueron encontrados enterrados en el edificio de la Federación de Estudiantes en diciembre pasado.
Personal de la Agencia del Ministerio Público adscrita al Servicio Médico Forense (Semefo) confirmó el deceso de la persona de 51 años, quien fue traslado al hospital desde el Reclusorio Preventivo de la zona metropolitana en el complejo penitenciario de Puente Grande donde fue recluido el 8 de febrero pasado, un día después de que se entregó voluntariamente a la Procuraduría General de Justicia del estado de Jalisco (PGJEJ).
Reportes preeliminares advierten que el detenido, uno de los principales acusados por el multihomicidio, presentaba complicaciones por cirrosis hepática. No obstante, la causa de muerte será confirmada con la autopsia.
Con El Tatuado sumaron cinco sujetos integrantes de la FEG, tres adolescentes y tres adultos, a disposición de jueces, acusados de participar directamente en el crimen.
El viernes 9 de diciembre del 2011, tres adolescentes de 16 y 17 años y un joven de 21, todos estudiantes de tercer semestre de la preparatoria 8, acompañaron al papá de uno de ellos, de 58 años, al inmueble de la calle Carlos Pereyra, en la colonia Miraflores de Guadalajara, para negociar una disminución en las cuotas que cobra la FEG a comerciantes ambulantes. Ninguno regresó a su casa.
Entre la noche del viernes y el sábado, familiares de los cinco denunciaron las desapariciones.
El miércoles 14 de diciembre, agentes de la Procuraduría estatal, peritos y bomberos iniciaron las diligencias en el interior del edificio. Esa tarde encontraron los cadáveres de los tres adolescentes enterrados a un costado de la cancha de futbol. Personal del Servicio Médico Forense (Semefo) de Guadalajara informó que murieron acuchillados.
Al día siguiente localizaron los cuerpos de los otros dos, padre e hijo. Cada uno con un impacto de bala en la cabeza.
El viernes 16, agentes de la PGJEJ informaron que en el edificio encontraron una pistola calibre 32, utilizada para matar a dos de las víctimas. También hallaron indicios de otros delitos cometidos en el lugar.
De las líneas de investigación respecto al posible móvil del crimen, la procuraduría estatal señaló que una de ellas es la represalia hacia el hombre de 58 años, que aparentemente era extorsionado y se negó a pagar los incrementos de las cuotas.