Foto: LA I
Un jovencito de 13 años falleció la mañana de ayer al dispararse en la cabeza de forma accidental.
Los hechos ocurrieron cuando el menor se encontraba solo en la habitación de sus padres y sacó el arma que utilizaban para proteger su seguridad.
De acuerdo a las primeras investigaciones, la madre del menor dijo que el arma la guardaban debajo de la cama, sin embargo nunca se imaginaron que su hijo la tomaría.
Fueron los vecinos del menor quienes escucharon la detonación al interior de la casa, por lo que acudieron a ver lo que sucedía y en ese momento encontraron al menor herido sobre la cama, dando aviso a las autoridades.
De inmediato, los elementos de seguridad y paramédicos de la Cruz Roja se trasladaron hasta la colonia JR Mijares, encontrando al menor en el domicilio marcado con el número 141 de la calle José Rodríguez.
A simple vista se le podía apreciar un impacto de arma de fuego en la cara a la altura del ojo derecho.
Al brindarle los primeros auxilios, los paramédicos de la Cruz Roja se percataron que el menor ya no contaba con signos vitales.
El pequeño fue identificado por sus padres como Miguel Ángel Hernández Fuentes de 13 años de edad. Los peritos encontraron un tipo revólver.
ACCIDENTE
BALAZO
En la cabeza, arriba del ojo derecho, fue el que accidentalmente se dio Miguel.
Hallazgo
Fueron los vecinos del menor quienes escucharon la detonación y acudieron a la casa. Encontraron al jovencito herido, sobre la cama de sus padres.