Al menos 11 niños murieron hoy cuando un autobús escolar, con 15 menores a bordo, cayó en un estanque ubicado a la orilla de una carretera en la ciudad de Guixi, en la provincia de Jiangxi, en el sur de China, reportó la agencia de noticias Xinhua.
Tres niños murieron en el lugar del accidente, mientras 12 fueron trasladados al hospital, donde posteriormente ocho de ellos fallecieron a pesar del tratamiento médico recibido.
La policía detuvo al conductor del autobús para ser interrogado, mientras las autoridades investigan la causa del accidente del vehículo que transportaba a niños de kinder, según un portavoz del gobierno local.
En noviembre de 2011, al menos 18 niños en edad preescolar murieron y 43 resultaron heridos cuando el autobús en que viajaban chocó contra un camión en la provincia de Gansu, en el noroeste del país, causando una fuerte conmoción en la opinión pública china.
Tras ese accidente, el primer ministro chino, Wen Jiabao, ordenó una mejora de las inspecciones de seguridad de los vehículos escolares y leyes para introducir ciertos estándares de seguridad, sin embargo continúan los accidentes, especialmente en las zonas rurales.
Los traslados hacia el colegio se hacen peligrosos en zonas rurales de China, tanto por las largas distancias que tienen que recorrer los alumnos como por el estado del transporte y las condiciones en las que viajan los menores, a menudo apretados en pequeños espacios.