Ataques. Sirios despejan los escombros de una casa que fue destruida en ataques aéreos del gobierno en Kal Jubrin, en las afueras de Alepo, Siria.
Al menos ocho civiles murieron ayer y otros 25 resultaron heridos por el estallido de un artefacto explosivo en una localidad de la provincia siria de Deraa (sur) , en medio de bombardeos de las tropas gubernamentales en todo el país.
La agencia estatal siria, Sana, informó en una nota breve de ocho víctimas mortales en esta explosión, que tuvo lugar en la población de Jarbat Gazala, mientras que un activista opositor indicó que los fallecidos ascienden a una decena.
Un portavoz de la red Sham en Deraa, Qaisar Habib, explicó que el estallido se registró en un puente de la autovía que une Damasco y esta ciudad meridional, próximo a un puesto de control del Ejército sirio.
Habib acusó al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, de haber orquestado este ataque, que se suma a otras explosiones recientes de las que las autoridades suelen responsabilizar a "grupos terroristas" , como denominan a la oposición armada.
Además de Qaisar, los grupos opositores denunciaron que los bombardeos de las tropas gubernamentales castigaron en esta jornada las provincias de Alepo (norte), Damasco y su periferia, así como Homs (centro), que causaron la muerte a más de medio centenar de civiles, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Este grupo y la Comisión General de la Revolución Siria destacaron que la zona más afectada fue el barrio de Al Shaar en Alepo, donde fallecieron al menos once personas, entre ellas niños y mujeres, por el bombardeo aéreo de las fuerzas leales al régimen de Al Assad.
También en bombardeos aéreos, seis civiles perecieron en la zona de Yabal al Zauya, en la provincia septentrional de Idleb, de acuerdo a un comunicado de la Comisión.