Al menos catorce personas murieron hoy, entre ellas siete funcionarios, en varios ataques perpetrados en Irak, la mayoría en Bagdad y sus alrededores, informó a Efe una fuente del Ministerio del Interior.
El ataque más mortífero fue perpetrado por un grupo armado, que mató a tiros a siete funcionarios del Ministerio de Industria en el área de Al Mushahada, a unos 20 kilómetros al norte de Bagdad.
Las víctimas, trabajadores en una fabrica del citado ministerio, fueron agredidas cuando se trasladaban en un minibús y fallecieron en el acto.
Las fuerzas de seguridad cercaron la zona y lanzaron una operación para capturar a los atacantes, que no fueron identificados.
En otro suceso similar, pistoleros asesinaron con armas con silenciador a dos soldados iraquíes en un puesto de control en el barrio de Al Mansur, en el oeste de la capital iraquí.
Asimismo, un policía falleció y otras cuatro personas resultaron heridas por el estallido de una moto bomba, en la localidad de Al Touz, situada en la provincia de Salahadin, a unos 90 kilómetros al norte de Bagdad.
En Al Touz, la explosión de una bomba en una calle acabó también con la vida de un estudiante de educación primaria.
La misma fuente denunció que tres civiles fueron acribillados mortalmente por hombres armados en dos ataques separados en la provincia de Diyala, al noreste de la capital iraquí.
Irak vive un repunte de la violencia con frecuentes ataques dirigidos contra objetivos chiíes y fuerzas de seguridad desde la retirada, en diciembre pasado, de las tropas estadounidenses.