Triste final. Una mujer murió en el hospital General de Madero, luego de envenenarse y envenenar a sus dos hijas, sólo una sobrevive.
San Pedro
Una mujer acabó con su vida y con la de una de sus hijas, al tomar veneno para combatir plagas en la siembra de algodón, después de discutir con su pareja.
La tarde del domingo, el personal de Trabajo Social del Hospital General de Francisco I. Madero solicitó la presencia del Ministerio Público debido a que una mujer y sus dos hijas, de cinco y cuatro años de edad, habían llegado intoxicadas con veneno para combatir plagas en sembradíos de algodón.
Una vez que arribó el agente del Ministerio Público con los elementos de la Policía Investigadora de la delegación Región Laguna II de la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE), los médicos les explicaron que la mujer, Érika Ortiz Mancilla, de 31 años, había fallecido a causa del envenenamiento y que las niñas se encontraban delicadas, por lo que deberían de ser trasladadas para una mejor atención al Hospital Universitario de Torreón.
Aún en Madero, el papá de Érika Ortiz comentó que aproximadamente a las 18:00 horas del domingo estaba en su casa en el ejido 10 de Mayo de San Pedro, cuando una vecina le avisó que llevaban a su hija y sus nietas al hospital, ya que se habían envenenado, pero que al ingresar al hospital, su hija había fallecido.
Según los familiares, Ortiz Mancilla había discutido con su marido y en un arranque de enojo decidió envenenarse y envenenar a sus hijas, Érika de cinco años y Carmela de cuatro.
ATENCIóN MéDICA
Mientras el agente del Ministerio Público dio fe de la muerte de Érika Ortiz, los médicos del Hospital General autorizaron el traslado de las menores al Universitario, donde fueron hospitalizadas de inmediato.
Desafortunadamente, luego de mantenerlas en observación, los especialistas del hospital torreonense comentaron que ambas se encontraban en estado grave de salud, sin embargo, alrededor de las cuatro de la mañana del lunes, la niña Carmela dejó de existir, pues no resistió el grado de intoxicación que su madre le provocó con el veneno.
Ante la muerte de la menor, el agente del Ministerio Público acudió al hospital para dar fe de su muerte y ordenar el traslado del cadáver al Semefo para la realización de la necropsia de ley.
Por otra parte, la niña Érika se debate entre la vida y la muerte.
El siglo de torreón