El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en la Asamblea Legislativa presentó una iniciativa por la que se crea la Ley del Ruido local y establece multas de hasta mil 500 días de salarios mínimos a quienes generen ruido en niveles extremos.
La bancada del partido ecologista informó que en la capital, el ruido diario es de 80 a 100 decibeles, superando los niveles de 50 que la Organización Mundial de la Salud (OMS), estableció como suficientes para originar problemas cardiovasculares.
Explicó que su propuesta pretende dar facultades a la Secretaría del Medio Ambiente y de Salud del Distrito Federal, para que realicen visitas de verificación y, en su caso, imponer sanciones a quienes generen ruido excesivo o fuera de los niveles permitidos.
Además, se propone que se elaboren mapas acústicos que permitan establecer los límites de los decibeles máximos por cada zona en la ciudad, que formarán parte de los programas generales, delegacionales y parciales de desarrollo urbano.
En un comunicado, los asambleístas del Partido Verde recordaron que países como Bolivia, Ecuador, España, Chile, Venezuela, entre otros, ya contemplan dentro de su legislación, medidas contra la contaminación acústica.
Expusieron que la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial deberá dar trámite a las denuncias ciudadanas que se presenten por ruido excesivo.
La fracción ecologista también promueve que en ningún caso se conceda licencia para el establecimiento de aparatos emisores de ruido, en un radio de cien metros medidos cerca de un Hospital, Sanatorio, Biblioteca o Escuela.
Por ello planteó infracciones administrativas clasificadas como muy graves, graves y leves, las cuales podrán alcanzar multas de mil hasta mil 500 días de salarios mínimos.
Indicó que la propuesta busca proteger a los capitalinos del ruido urbano e incluir sus afectaciones como tema de salud pública, ya que en los últimos 30 años, la contaminación por ruido en la ciudad de México aumentó hasta 90 decibeles en promedio.
Aseguró que esa situación lo que ha causado es el envejecimiento prematuro del oído, disminución auditiva y en consecuencia incapacidades laborales.
Finalmente, el Partido Verde insistió que el ruido urbano ha deteriorado la calidad de vida de los capitalinos, hasta causar trastorno del sueño y reposo; efectos sicofisiológicos; reducción en el rendimiento, entre otros.