Acudió al banco a realizar unos trámites. Julián Vives León, de 65 años, hizo fila pues había mucha gente y en un momento de la espera, un fuerte dolor lo obligó a llevarse las manos al pecho, en un instante se desplomó.
Pasadas las 9:00 horas de la mañana, en el interior de la sucursal Bancomer ubicada en el 1509 de División del Norte en la colonia Residencial Emperadores, yacía el cuerpo del hombre que agonizaba.
Inesperadamente nadie lo auxilió, varios cuentahabientes lo observaban pero nada más. Nadie hizo nada.
Más que preocupados por la salud del adulto mayor, muchos usuarios mejor se mostraban impacientes por llegar a la ventanilla para también realizar alguna transacción financiera.
Indiferentes, funcionarios y clientes del banco apenas y lo veían de reojo, mientras Julián Vives sufría espasmos que lo hacían convulsionarse, según testigos. Pese a lo dramático de la escena, la indiferencia dominó.
Apenas un guardia de seguridad se acercó a aquel hombre que yacía en el piso, abandonado a su suerte y encarando a la muerte.
Julián no recibió la ayuda que en ese momento reclamaba su cuerpo. Su corazón se detuvo y ahí quedó ante la indiferencia de los que estaban a su alrededor.
Su cuerpo sólo fue cubierto con una sábana azul en el interior del banco y aún ahí tirado en el piso, el banco continuó con su operación normal, como si nada hubiera pasado, sólo unos pocos clientes se salieron ante la escena.
Al lugar, llegó la ambulancia 11 de la Unidad de Protección Civil de la delegación Benito Juárez; los paramédicos aplicaron los primeros auxlilios pero nada pudieron hacer para ayudarlo, ya era tarde.
Antes de las 10 de la mañana, el agente del Ministerio Público de la Coordinación Territorial Benito Juárez 4 tomó conocimiento del fallecimiento por infarto.
Alrededor de las 10:05 horas, el hombre de 65 años de edad, víctima del paro cardiaco fue identificado por su hermano que llegó a la sucursal, luego que le avisaron del incidente.