Siglo Nuevo

Mushing: de la necesidad al deporte

DEPORTES

Mushing: de la necesidad al deporte

Mushing: de la necesidad al deporte

Eduardo Sepúlveda

Tratar de sobrevivir en climas extremos ha hecho que el hombre busque maneras de acoplarse a su ecosistema. Una vez que lo logra, las herramientas de supervivencia pueden convertirse en elementos de esparcimiento. Así nació el mushing.

El mushing fue ideado originalmente como un medio de transporte en zonas gélidas. Fue a partir de ahí que se convirtió en deporte, el cual consiste básicamente en competencias de trineos jalados por perros.

Su nacimiento se dio en ambientes con temperaturas muy bajas como las que son habituales en Alaska y diversos países de Europa, donde la nieve cubre la superficie durante parte considerable del año, volviendo preciso contar con una manera de trasladarse de forma efectiva. Los caballos no eran una opción, pues resulta difícil que soporten tanto frío y sobre todo es complicado mantenerlos listos en lugares pequeños, como se acostumbra en dichas partes del planeta. Por eso se recurrió a los perros, en particular a las especies nativas de territorios en los que el invierno dura más de medio año.

La palabra mushing deriva del vocablo francés marche, término con el que los franceses animaban a sus canes a jalar el trineo. Hoy se conoce como mushers a quienes practican esta actividad, que no sólo implica una relación entre el humano y el perro, sino con toda la naturaleza que rodea al evento.

SOBRE LA NIEVE

La principal modalidad del mushing es la denominada cart; puede decirse que es la categoría reina de esta actividad deportiva; en ella el musher tripula un trineo de cuatro ruedas, impulsado por seis a 12 perros.

Existen también otras variantes que vale la pena mencionar. El canicross involucra al musher con un solo perro, que lo jala a través de un arnés colocado en el cuerpo. En el bikejoring el conductor es ayudado por uno o dos perros para tirar de una patineta o bicicleta con pedales. Para el skijoring el musher utiliza esquís de fondo y cuenta con uno o dos canes. Finalmente, en la de triciclo el musher usa un vehículo de tres ruedas para que tres o cuatro perros lo jalen.

La práctica del mushing se remonta a épocas ancestrales y poco a poco se convirtió en una competencia con el objetivo de saber cuáles eran los perros más veloces. Es tradición obligada que donde hay dos perros de trineo, contiendan para ver quién corre más.

El tipo de perro que se emplea es el nórdico, el cual abarca varias razas cuyas características naturales contemplan la resistencia a temperaturas muy bajas, patas potentes y buen tamaño. Básicamente son: samoyedo, husky siberiano, alaskan malamute, groenlandés, esquimal y akita. Y si bien se han creado cruzas para mejorar la especie, los mushers suelen preferir las razas puras.

Aunque los animales colaboren por instinto, si se desea que compitan hay que entrenarlos con mucha calma y paciencia, siguiendo diversos pasos. Su alimentación es una piedra angular. A fin de esperar lo mejor de su rendimiento es fundamental proporcionarles una dieta equilibrada, rica en proteínas. La fibra de cereales y verduras es esencial para que tengan un tránsito intestinal adecuado. Grasas, minerales y vitaminas son indispensables.

También el musher requiere entrenamiento pues se trata de una actividad que demanda mucha fuerza. Los pulmones y el dorso también son factor importante, así como los brazos. Debe trabajar la resistencia y la confianza en sí mismo, para así controlar el estrés y que éste no se vea reflejado en los perros. Con la preparación adecuada el mushing es accesible a hombres y mujeres por igual, aunque al competir hay categorías especiales para cada uno.

Además de cubrir el buen entrenamiento tanto para el perro como para el musher, se deben conseguir los aditamentos necesarios. Por supuesto, la base es un buen trineo, que por cierto es un medio de transporte más añejo que la misma rueda.

Para el deslizamiento los patines son lo más significativo. Luego viene el pasamano del cual el musher se sostiene y conduce. La cesta es una bandeja en el interior del vehículo que sirve para atar todo el conjunto y llevar el equipo. No deben faltar un freno, un ancla y una alfombrilla. Existen algunas variantes en estos aditamentos, según el trineo y la competencia en la que se vaya a emplear.

Es asimismo fundamental llevar un botiquín de primeros auxilios que incluya pomada para las patas de los perros y algunas cuerdas extra, por si llegan a hacer falta, así como una linterna con pilas por si la noche sorprende.

GÉLIDO TRIUNFO

Por raro que parezca este deporte, su popularidad gana cada vez más terreno. Incluso en nuestro país hay sitios para su práctica, como Querétaro o el Estado de México. A continuación mencionaremos algunas de las carreras de mayor tradición en el mundo.

-Iditarod. Es la más larga y comienza en la frontera de Canadá. Se recorren 1,850 kilómetros en trineo y la competencia dura 23 días. A pesar de ser de una de las pruebas más duras, en varias ocasiones la ha ganado una mujer: Susan Butcher.

-All Alaska Swepstake. Se lleva a cabo en Alaska y se considera la de mayor antigüedad. Cubre 600 kilómetros en clima extremo.

-Yukon Quest. Tiene un recorrido de aproximadamente mil kilómetros por la región de Yukon, en Estados Unidos.

-Alpirod. Se disputa en los Alpes (entre Italia, Francia, Suiza y Alemania) y es la competencia directa de la Iditarod. Son 1,000 kilómetros de recorridos y aunque el clima no es tan adverso, sí lo son las pendientes. Aquí participan numerosos mushers de Canadá y Estados Unidos, además de los europeos.

-Pirena. Se trata de una carrera de fondo con algunas partes de espectaculares sprints. Cruza la cordillera de los Pirineos. Es una de las más populares y favoritas de los europeos. El recorrido total es de aproximadamente 500 kilómetros.

EN BUSCA DE LA META

Evidentemente no es lo mismo un trineo de carga que uno destinado a contender. Los primeros son pesados y lentos, mientras que los de competencia usan el tiro tándem, el más empleado en el mundo, para meterlos por caminos angostos y zonas boscosas donde hay que cambiar constantemente de dirección.

El musher va de pie, por lo que el equilibrio es básico. El cuerpo debe estar semiflexionado con el fin de amortiguar golpes y desniveles que pueda tener el terreno. También es importante la buena tracción hacia adelante; hay que mantener una línea tensa hacia adelante.

Si se busca tomar las curvas de la mejor forma, el musher debe contrarrestar la rigidez del trineo con un desplazamiento de su cuerpo, sobrecargando el patín hacia el interior de la curva. A veces también hay que esquivar obstáculos, como piedras. Cuando este tipo de inconvenientes surge, la medida es saltar a un lado y tirar de la cuerda para elevar uno de los patines, evitando el choque. Ante cualquier emergencia se debe estar listo para frenar, apoyándose con los talones. Acción inmediata es clavar el ancla lo más profundo que se pueda en la nieve.

En una competencia de mushing es vital que cada conductor respete a su rival; deportividad ante todo. Durante una carrera, los contendientes pueden recibir asistencia de los comisarios, según las normas que se hayan establecido de forma previa. Igualmente, en un momento dado el musher puede ayudar al can a empujar. Vale la pena destacar un punto clave: está prohibido pegarle a los perros, a menos que sea indispensable para frenar una pelea entre ellos.

Correo-e: jsepulveda@elsiglodetorreon.com.mx

Leer más de Siglo Nuevo

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Siglo Nuevo

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Mushing: de la necesidad al deporte

Clasificados

ID: 821262

elsiglo.mx