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Nacida muerta

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LUIS FERNANDO SALAZAR WOOLFOLK

 A Escasos tres meses del reconocimiento y consolidación de la deuda de Coahuila a fines del gobierno iniciado por Humberto Moreira y que concluyó Jorge Torres, la evaluadora internacional de riesgos crediticos Fitch Ratings, emite un comunicado en el que pone en duda la viabilidad financiera del Estado y su capacidad de pago en los términos recién contratados.

Como es del conocimiento, gran parte de la deuda se contrajo a partir de la falsificación de documentos públicos, y en un intento inútil por ocultar la procedencia ilícita de los recursos, los diputados priistas al Congreso de Coahuila de aquel entonces, aprobaron al vapor el reconocimiento del monto y forma de pago de la deuda en los términos en que les fue propuesto por el Gobernador, en una actitud de complicidad y sumisión que ha hecho historia.

Fitch Raitings determina un pasivo al cierre de 2011 de treinta y seis mil trescientos setenta y nueve millones de pesos, superior a lo dado a conocer como definitivo a la fecha de la reestructura, y la calificadora considera que el pago de intereses requiere 3.4 veces más del dinero disponible para ese fin.

El documento contiene una expresión tan sorprendente como vergonzosa según la cual, el adeudo de Coahuila corresponde al "máximo registrado por las entidades calificadas por Fitch Raitings" y determina para este año el pago de intereses que fueron contratados a tasa variable, en por lo menos la cantidad de 4,154 millones de pesos.

La evaluación estima que el flujo disponible de acuerdo al presupuesto de egresos para el pago de intereses no es suficiente para pagar el servicio de la deuda y sugiere aumentarlo, (subiendo aún más los impuestos), antes de que el incumplimiento que la calificadora considera inminente, genere un alza en las tasas de interés que obligue al Estado a recurrir a un refinanciamiento al terminar el plazo de gracia de dos años, concedido en relación al pago de capital, lo que en buen romance significa capitalización de intereses y pagar intereses sobre intereses. La reestructura de la deuda recién contratada nació muerta, como ocurría cada seis años a nivel nacional durante la era priista.

El documento concluye señalando que hasta el día de hoy persiste la opacidad en la información financiera que proporciona el Gobierno del Estado, lo que influye en que la evaluación califique la deuda como "especulativa" es decir, de evolución impredecible, cuyo reconocimiento en boca de economistas, que suelen presumir que "se las saben todas", es para poner los pelos de punta.

El único que no se inmuta es el gobierno de Rubén Moreira. En efecto, Moreira no se siente obligado ni a la rendición de cuentas sobre el origen de la deuda ni respecto al destino de su importe y como consecuencia, actúa como si no fuera su responsabilidad investigar y castigar a los culpables y buscar recuperar lo perdido conforme a las vías legales. Su partido el PRI, del cual es jefe nato en el estado según reglas priistas no escritas, hoy día llega al colmo de postular como candidatos a diputados federales en busca de fuero, al menos a cuatro de los diputados locales que fueron cómplices del gobierno anterior en cuanto a la forma en que se contrajo y ocultó la deuda.

La información de Fitch Ratings recién difundida interpela al gobernador Rubén Moreira porque en los hechos, asume la deuda económica y política del gobierno de su hermano como propia y sin razonamiento previo ni rendición alguna de cuentas, en medio del naufragio y en el extremo del cinismo insiste: "La deuda es manejable".

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