Los hechos. Una de las primeras fotografías de cadáveres exhumados en la fosa clandestina de la calle Constituyentes.
Justo hace un año, se confirmaba los rumores desatados un día antes: había sido localizada una fosa clandestina en la avenida Constituyentes del fraccionamiento Las Fuentes.
"Cuatro osamentas en narcofosa", se inscribía a manera de título en la foto principal de la edición del 12 de abril de 2012.
La información incipiente de las autoridades locales y federales no daba para más. Una llamada anónima alertó sobre el hallazgo en una finca de calle Constituyentes y, tras ocho horas de excavación, habían dado con los restos de las cuatro personas.
Ninguna tenía identidad y nadie ofrecía información oficial; los reporteros tuvieron que hacer malabares para hacerse de esos mínimos datos.
No obstante, los cuerpos de seguridad locales dijeron que no había más cuerpos enterrados clandestinamente. Aunque fue sólo el inicio.
A ese primer hallazgo sobrevinieron ocho más tan sólo en la capital del estado.
Tras Constituyentes vino el fraccionamiento Provincial; luego San Vicente. Después la colonia Valle del Guadiana en dos ocasiones; Puertas del Sol, Jardines de Durango y una más cerca de la colonia Hidalgo.
Los cuatro cuerpos únicos, inicialmente informados, se convirtieron en 331 con el paso de los meses y el hallazgo también en los municipios de Lerdo, San Juan del Río, Cuencamé y Santiago Papasquiaro.
A un año suman 72 identificados, lo que representa apenas el 21 por ciento del total de las exhumaciones.
Detenidos, formalmente responsabilizados por las fosas clandestinas, suman apenas una decena. Sin embargo aún no pesa sobre ellos una condena.
Mientras tanto, cientos de familias esperan los resultados de los exámenes forenses y de ADN, tratando de encontrar a sus familiares desaparecidos.