Tráfico de armas. Asegura Casa Blanca que buscan aprovecharse del escándalo para conseguir votos. En la imagen, Barack Obama y Erik Holder.
La Casa Blanca negó ayer cualquier forma de encubrimiento en el fallido operativo "Rápido y Furioso" e insistió en la separación de poderes para justificar el fuero invocado el miércoles por el presidente Barack Obama para no entregar al Congreso documentos que forman parte de la investigación del asunto.
"Es una cuestión de principios", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, al defender el derecho del Ejecutivo a salvaguardar documentos y comunicaciones de deliberación interna y al asegurar que la administración Obama nunca ha dejado de reconocer que estas operaciones "echaron mano de tácticas equivocadas con terribles consecuencias".
Carney subrayó la voluntad del Ejecutivo para negociar de buena fe con la mayoría republicana en la Cámara de Representantes para dar marcha atrás al proceso de desacato contra el fiscal general, Eric Holder en la Cámara Baja.
Sin embargo, no desaprovechó la oportunidad para acusar al Partido Republicano de intentar aprovechar este escándalo para dañar la presidencia de Barack Obama y para ganar puntos de cara a las elecciones generales de noviembre próximo.
"Este es un teatro político. Un intento equivocado de conseguir réditos políticos", aseguró Carney, al lamentar que el Partido Republicano, en lugar de atender los graves problemas que aquejan a los ciudadanos, dediquen sus esfuerzos para tratar de enfangar a la administración Obama.
El portavoz de la Casa Blanca agregó que el Departamento de Justicia ha entregado todos los documentos exigidos sobre la operación, que permitió el tráfico ilegal de unas dos mil armas a México en 2009 con la intención, fallida, de llegar hasta los jefes del narcotráfico.
"De ningún modo se ha encubierto información", sostuvo Carney en respuesta a las acusaciones de los republicanos y remarcó que Holder ha comparecido en ocho ocasiones ante el Congreso para explicar lo sucedido.
El presidente de la Cámara Baja, John Boehner, aseguró que la próxima semana se efectuará el voto final para acusar de desacato al fiscal general Eric Holder.
"A menos que obtengamos los documentos que se están demandando sobre la operación "Rápido y Furioso", proseguiremos con el voto", precisó Boehner, y agregó: "Hasta ahora estábamos preocupados sobre la intervención del Departamento de Justicia en este tema. No entendemos por qué la Casa Blanca decidió intervenir de esta manera".
Muchas de las armas adquiridas dentro de Rápido y Furioso fueron a parar a manos del crimen organizado en México.
La operación fue llevada a cabo por la Oficina para el Control del Alcohol, el Tabaco y las Armas de Fuego (ATF, por su sigla en inglés), dependiente del Departamento de Justicia.
