El gobierno de Rusia negó hoy que el avión sirio de pasajeros que cubría la ruta Moscú-Damasco y fue interceptado por Turquía esta semana, llevara armamento a bordo y aseguró que transportaba legalmente piezas de radar.
La aclaración llegó este viernes por parte del ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, a dos días de que aviones caza F-16 turcos forzaron a la aeronave a aterrizar en el aeropuerto de Ankara bajo la sospecha de que transportaba armas hacia Siria.
El avión, un Airbus A-320 de la aerolínea Syrian Air que había despegado con 35 pasajeros del aeropuerto internacional de Vnukovo, en Moscú, fue objeto de una minuciosa inspección que resultó en el decomiso de un número de piezas.
El incidente provocó molestia en Rusia, que pidió a Turquía explicaciones por poner en riesgo la vida de pasajeros rusos, y en Siria, que le acusó de piratería aérea y comportamiento hostil.
“No tenemos ningún secreto”, aseguró esta tarde el canciller ruso en rueda de prensa después de reunirse con el presidente Vladimir Putin, quien a raíz del incidente suspendió una visita que tenía planeado hacer a Ankara.
“No hubo, por supuesto, armas a bordo y no podía haberlas habido”, sostuvo Lavrov y destacó que la carga “era completamente legal”, por lo que Rusia exigiría a Turquía la devolución del material decomisado y una explicación.
Se trata de equipo para una estación de radar, explicó aunque admitió que podría utilizarse tanto para fines civiles como militares, de acuerdo con despachos de la agencia rusa de noticias RIA Novosti.
Las declaraciones de Lavrov tuvieron lugar horas después de que la comercializadora estatal de armamento, Rosoboronexport, se deslindó de todo vínculo con el equipo decomisado por las autoridades turcas el pasado miércoles.
“No tenemos información disponible sobre el contenido o propiedad de la carga en cuestión”, afirmó Vyacheslav Davidenko, portavoz de la compañía. “Todas nuestras operaciones, que involucren equipo militar, se efectúan con base en los acuerdos internacionales”, agregó.
Ambos pronunciamientos llegaron un día después de que el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que el avión interceptado llevaba engranaje militar de fabricación rusa y municiones destinadas al ejército sirio.
Rusia ha bloqueado repetidamente las sanciones internacionales contra el régimen del presidente sirio Bashar al-Assad por el excesivo uso de la fuerza contra los civiles de su país, durante el conflicto que inició a mediados de marzo de 2011.
Moscú ha sido acusado de respaldar al régimen sirio y enviarle armas, aunque el gobierno ruso ha rechazado tales señalamientos, asegurando que todas sus entregas son conforme al derecho internacional.