El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, negó que Turquía haya pedido una intervención militar aliada en Siria, tras el derrumbe de uno de sus aviones militares por el ejército de ese país la semana pasada.
“La OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) no ha recibido ninguna petición para desplegar unidades militares” en Siria y “no tiene ninguna intención” de hacerlo, aseguró Rasmussen en la rueda de prensa mensual que realiza.
No obstante, el secretario general aliado consideró “muy normal que Turquía tome las medidas necesarias para proteger a su población y su territorio”, en una referencia al despliegue de tropas, blindados y artillería antiaérea iniciado por el gobierno de Ankara en las zonas fronterizas con Siria.
Por otra parte, insistió en la importancia de encontrar de forma “urgente” una “solución política” para el conflicto sirio.
“Este conflicto ya ha durado demasiado, se ha cobrado demasiadas vidas y ha puesto en riesgo la estabilidad de toda la región. La comunidad internacional tiene el deber de ponerle fin y debe hacerlo ahora”, instó.
En ese sentido, saludó el plan de transición para Siria pactado el pasado fin de semana por Naciones Unidas y señaló que “ahora es vital aplicarlo”, aunque acredita que sería “contraproducente” fijar plazos para ello.