Ocurrió en el sur de California, pero puede presentarse en cualquier lugar del mundo.
Un niño de diez años con trastornos mentales y una deficiente atención médica mató de una puñalada en el pecho a su vecino de doce años de edad.
Los hechos ocurrieron el lunes poco después de mediodía en el poblado Lakeside del Condado de San Diego, cuando Ryan Carter jugaba afuera de su casa y de pronto su amigo del barrio lo atacó con un cuchillo de cocina para quitarle la vida en cuestión de minutos.
Ambos son miembros de familias de clase media y viven en un fraccionamiento de casas rodantes. Ryan era hijo único y sus padres Glen y Lisa Carter se encuentran devastados por su muerte, pero sorprendentemente han mostrado comprensión hacia el agresor y su familia.
El presunto homicida de diez años, cuyo nombre no será revelado por tratarse de un menor de edad, fue arrestado y llevado a un centro para jóvenes infractores, pero no se sabe todavía si será sometido a un juicio o si será rehabilitado para quedar libre en unos años más.
Los vecinos admiten que el agresor era impulsivo y corajudo, pero que las riñas con sus vecinos eran propias de la edad. Estuvo en clases de box y gustaba de los videojuegos.
Tomaba medicamentos para controlar su agresividad, pero recientemente el médico le cambió la receta y todo parece indicar que los efectos fueron contraproducentes.
En tiempos recientes hemos vivido alarmados por la violencia de nuestras sociedades, especialmente por los jóvenes que con la influencia de las drogas y el alcohol se convierten en orangutanes capaces de cometer las peores atrocidades.
En marzo de 2001 un estudiante de quince años, también en California, mató a balazos a dos de sus compañeros y dejó heridos a tres más. La matanza del Tecnológico de Virginia en abril de 2007 cuando un joven desquiciado acribilló a 33 estudiantes es otro de los incidentes más terribles ocurridos en la Unión Americana.
En México la delincuencia juvenil ha crecido pavorosamente en los últimos años y existen casos patéticos como el de César Manuel Ibarra García, quien en 2009 a sus 15 años de edad asesinó en Tijuana a su cuñada y a sus tres hijos y dejó malherido a su hermano porque quería ingresar a las filas del crimen organizado.
El pasado fin de semana tres jóvenes con promedio de 18 años de edad secuestraron en Hermosillo, Sonora, a un empresario de 41 años para obtener dinero fácil, pero les fue negado y decidieron matarlo y enterrarlo.
México ocupa en los últimos años el primer lugar en violencia física, abuso sexual y homicidios en contra de menores de 14 años de edad entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), integrada por 30 naciones.
De acuerdo a un reporte, entre 2006 y 2008 se registraron 23 mil homicidios de infantes de ambos sexos de cero a 17 años de edad. El Estado de Chihuahua es por mucho la entidad más violenta en donde los crímenes y abusos contra menores están a la orden del día. Pero lo que hoy más preocupa es la violencia entre los menores y cómo proceder judicialmente. En Inglaterra dos niños de diez años que torturaron y asesinaron a un infante de 2 años, fueron enjuiciados y condenados como adultos a pesar de las protestas de los defensores de derechos humanos.
El caso de Lakeside abrirá un amplio debate en la Unión Americana durante los próximos días y podría provocar cambios de fondo en las leyes penales. También será motivo de una profunda reflexión sobre las causas y las medidas que sociedad y autoridades deben tomar para prevenir incidentes tan dolorosos.
Que un niño de diez años tenga la malicia, la determinación y la fuerza para acuchillar y dar muerte a un menor de doce años es como para estremecer a cualquier padre de familia.
¿Será por culpa de la violencia en la televisión y la Internet? ¿O por la excesiva agresividad de los videojuegos?
¿Los padres de familia y la medicina no hicieron bien su tarea a la hora de evitar este infanticidio? Son preguntas que esperemos queden resueltas en las próximas horas.
Envía tus comentarios a jhealy1957@gmail.com
Twitter @joseshealy
José Santiago Healy
