Que tristeza. El problema de consumo de alcohol es grave, porque cada vez son más los menores de 12 años que tienen esta enfermedad.
Nadia avila / El Siglo de Durango
En Durango el problema del alcoholismo ya es grave, reconoce el Secretario Técnico del sector Salud, a tal grado que cada día son más los menores de hasta nueve años que tienen que buscar la ayuda, incluso algunos ya forman parte de las filas de doble A.
Eduardo Díaz Juárez, al celebrarse la cuarta semana nacional del enfermo alcohólico en cama, señaló que en la entidad duranguense el 11 por ciento de la población abusa de este tipo de bebidas.
La Secretaría de Salud cuenta con datos que revelan que la edad de inicio en el consumo de alcohol se da entre los ocho y 12 años de edad, "esto se nos convierte en un problema por la edad de inicio, aunque el mayor porcentaje de gente alcohólica está entre los 15 y 25 años de edad", comenta Díaz Juárez.
Estos jóvenes, señala el galeno, son los más propensos a sufrir un accidente vial, porque muchos de estos conducen un vehículo en estado de ebriedad y son los que llegan a sufrir lesiones graves o provocar a terceros este tipo de lesiones.
Incluso, dijo que entre el 45 y 55 por ciento de los suicidios que se llegan a presentar se da en personas bajo el flujo del alcohol o de alguna otra droga.
NIÑOS DE 11 AÑOS EN AA
Gerardo, un alcohólico y coordinador de doble A, señaló que en los últimos dos años se ha elevado considerablemente la presencia de jóvenes en estos grupos de ayuda, pero lo que más preocupa es que están llegando niños de 11 años, que todavía deberían de estar estudiando en primaria.
"Tenemos que reconocer que si estos niños son alcohólicos es porque en su casa están viendo que alguien consume este tipo de bebidas y cuando los menores entran en un proceso de recuperación, se les solicita a los padres que también lo hagan, pero los adultos no lo reconocen, dicen que es nada más su hijo", señala Gerardo.
Esto se convierte en un problema serio, agrega, porque si los padres no aceptan que son alcohólicos, por mucho que el hijo reciba un tratamiento, llegarán a casa para ver lo mismo y posiblemente a volver a caer en la enfermedad.
Aclara que los niños no llegan sólos a los grupos de ayuda, sino que son enviados de algunos centros de rehabilitación a donde llegaron porque ya tenían un problema y en AA lo que buscan es contar con el apoyo de alguien para evitar volver a caer y mantenerse sin gota de alcohol.