Foto: RAMóN SOTOMAYOR
Ernesto llegó a la pista de hielo con todos sus compañeros de la primaria Profesor Isidro Burgos.
A disfrutar
Después de algunos resbalones y sentonazos, Ernesto pudo deslizarse por la pista de hielo como un experto, gracias a los instructores.
Cielo Ochoa es instructora en la pista de hielo. A los niños les enseña cómo empezar a caminar con los patines y hasta las formas de caer y de levantarse.
"Les damos a conocer el reglamento para su seguridad".
Cielo acompaña a quienes intentan patinar para que le pierdan el miedo al hielo, y sólo los deja hasta que puedan avanzar solos, "hay niños que de plano no pueden, les da mucho miedo".
Si hay un accidente, la pista de hielo cuenta con un puesto de servicio médico, además los instructores están capacitados en primeros auxilios, y en el estacionamiento hay una ambulancia permanente para intervenir en caso de presentarse un accidente.
"Los niños son muy inquietos y quieren patinar antes de poder caminar en el hielo, pero si ponen mucha atención aprenden muy rápido". Es la segunda ocasión que Cielo trabaja como instructora en la pista.
El año pasado, dice, el ambiente fue inmejorable en la pista, y espera que ahora sea lo mismo.
"Los niños nos dicen mucho 'parece fácil' y sí lo es, pero siempre y cuando lo hagan con precaución".
Antes de patinar, las personas deben cuidar su postura: rodillas flexionadas, vista al frente, y mantener las manos fuera de los bolsillos.
"Hasta para caer hay que saber cómo, deben tener los puños cerrados para que no haya heridas en los dedos".
Cielo Ochoa comenta que la gran mayoría llega sin saber patinar y después de la instrucción se deslizan sobre el hielo como expertos. "Aunque hay quienes de plano no le pierden el miedo al hielo".