El embajador sirio en Bagdad, Nauaf al Fares, que anunció el miércoles su deserción del régimen sirio, aseguró hoy que ninguna iniciativa para solucionar el conflicto tendrá éxito mientras el presidente Bachar al Asad siga en el poder.
En una entrevista con el canal de televisión catarí Al Yazira, Al Fares denunció que el régimen de Damasco dilata la aplicación de cualquier plan de paz y es "imposible" que cumpla con la hoja de ruta planteada para dar una salida a la crisis.
El diplomático se mostró crítico con la última iniciativa, propuesta por el Grupo de Acción para Siria y el mediador internacional, Kofi Annan, de formar un gobierno de unidad nacional que incluya a miembros del régimen y de la oposición.
"¿Con qué lógica se impone la permanencia de este criminal en el poder?", se preguntó Al Fares, que afirmó ayer que su deserción se debe a las masacres cometidas en Siria.
Cuestionado por su tardanza en abandonar al régimen, 16 meses después del inicio de la revuelta, señaló que "las circunstancias políticas" se lo impidieron.
"Desde el primer día apoye la revolución. Siempre fui opositor y estuve contra las prácticas erróneas del régimen", subrayó Al Fares, que se encuentra en Catar y es el primer embajador sirio que deserta en este tiempo.
Al Fares explicó que esperó durante mucho tiempo a que el régimen cumpliera con sus promesas de reformas, pero estas -agregó- fueron "ficticias".
"Al principio de su mandato (de Al Asad en el año 2000) había esperanzas de que efectuara reformas, pero ahora es un criminal que asesina a su pueblo", afirmó.
En cuanto a la reformas puestas en marcha desde el inicio de la revolución, Al Fares aseguró que "no ha habido ningún cambio", pese a la redacción de una nueva Constitución y la aprobación de una nueva ley de partidos.
"El presidente interviene en todo y todo está en manos del Ministerio del Interior", se lamentó.
Tras su deserción, Al Fares anunció que se adhiere a la oposición y que se va a poner en contacto con ella, en especial con la interna, entre la que citó a los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS) que combaten sobre el terreno.
Asimismo, consideró que habrá nuevas deserciones y su defección tendrá un "gran impacto" al ser el de embajador un puesto político para representar al Gobierno sirio en el exterior.
"Las deserciones ya han comenzado a afectar al régimen, que depende del ejército y las fuerzas de seguridad, pero ¿hasta cuándo lo apoyarán?", se preguntó.
Al Fares criticó también a la comunidad internacional por no apoyar a la oposición siria como lo hizo con la de Libia y a los países que respaldan al régimen de Al Asad, entre los que destacó a Irán.
"Irán es una de las causas que alienta la permanencia de Bachar en el poder", subrayó Al Fares, que consideró que este apoyo "al dictador que asesina a su pueblo es ilícito".
Pese a las adversidades y la duración del conflicto, que ha causado más de 11,000 muertos, según la ONU, Al Fares se mostró convencido en que "la revolución triunfará".