Doctor en Casa

No te pierdas ¡concéntrate!

La concentración nos permite aprovechar al máximo nuestras habilidades para aprender

No te pierdas ¡concéntrate!

No te pierdas ¡concéntrate!

Por Adriana Guadalupe Miranda

Para brindar toda la atención en una tarea específica o simplemente en un objetivo, es importante la concentración. Pero ¿qué es? y ¿cómo se logra?

La psicóloga y orientadora, Julieta Machado Fernández, explica que la concentración es un proceso de la mente que consiste en centrar voluntariamente la atención sobre una tarea, dejando de lado cualquier otra actividad que pueda distraernos.

La atención es una parte fundamental en la concentración, ya que es el enfoque del esfuerzo mental. “Es decir aunque se puede poner atención a varias actividades o bien estímulos, el concentrarse es discernir y seleccionar una tarea o actividad determinada, la cual procesaremos; concentrando todos los sentidos en ella para su ejecución”, señala.

La concentración nos permite aprovechar al máximo nuestras habilidades, para aprender la información verbal, mental o procedimental dentro del proceso de aprendizaje; en cualquier tarea debes poner un alto porcentaje de atención, puesto que no puedes aprender a manejar y escuchar música al mismo tiempo; son tareas que con práctica y concentración, podrás hacer juntas, pero no en un principio.

Dentro de la práctica docente, para propiciar un momento adecuado de aprendizaje, es importante mantener al alumno activo, estableciendo actividades o situaciones prácticas, que permiten que la adrenalina fluya e incremente la actividad de vigilancia y por lo tanto la atención y concentración, señala la psicóloga. “En este caso 5 minutos de algunos pasos en gimnasia cerebral, o bien una dinámica que implique movimiento, nos generara mejoras en algunas tareas cómo: el cálculo mental”.

La especialista en jóvenes, recomienda establecer tiempos u organizar nuestras actividades, otorgándole un tiempo a las tareas a realizar. Además de contar con un lugar de estudio, en donde no existan distractores ni haya ruidos que roben nuestra atención.

No estar cansados (si es necesario, se debe tomar una siesta); realizar una actividad física y dedicarle algún tiempo al deporte o a algún instrumento musical.

“La idea es estar en un estado relajado y dispuesto a la tarea a realizar, completamente despejado; ejercicios de respiración son útiles también”, explica la psicóloga Julieta Machado.

Lo que no hay que hacer

En la cultura actual sobre todo para los jóvenes, los estímulos provienen de las tecnologías y lo que es moda, las cuales absorben su atención y concentración, impidiendo esto a que le presten atención a otras tareas menos atractivas. Desde el uso de la televisión, computadoras, videojuegos, celulares en sus diversas aplicaciones menguan el uso de las habilidades mentales, la imaginación y la creatividad.

Por otra parte, se tiene la intención de concentrarse, con música, viendo un programa, usando las redes sociales, etc. Lo cual desvía la atención, ya que son muchos estímulos para procesar.

Otro problema es el descanso y sueño, es común entre adolescentes desvelarse sin objeto, al no fijar bien horas de descanso, a la mañana siguiente se encuentra cansado, momento no aprovechable, durante la tarde duerme para recuperarse, al despertar, se levanta nuevamente cansado ya que el sueño fue prolongado; nuevamente se desvela y es un circulo vicioso.

Para personas que tienen un horario establecido, es importante tomar siestas, si se requieren, pero depende de la edad. Es más sano para el cuerpo y para la mente realizar una actividad deportiva o cultural, esto ayuda más para mejorar la concentración.

Machado Fernández, explica que el proceso mediante el cual percibimos la información del medio ambiente es el mismo, sin embargo ante tantos estímulos, la atención, discriminación, elección y procesamiento que cada persona pone a ellos, es diferente. “Es por medio de la comunicación que tratamos de converger en una misma idea para saber si esta fue percibida correctamente”, indica la especialista.

Por eso, aunque se establecen pasos para la concentración es la persona misma quien debe encontrar su propia forma de concentrarse, a alguien puede funcionarle con música clásica, para otras no; lo que sí definitivamente es importante es comenzar a trabajar, por medio de rutinas de respiración, sobre todo cuando se está tan cargado o agobiado por problemas, tareas o actividades, puesto que esto también influye negativamente en la concentración.

Más recomendaciones

Antes de comenzar a estudiar se recomienda haberse alimentado bien, sentirte relajado más no cansado o con sueño, si es así es mejor tomar una siesta de 15 a 30 minutos; es prudente haber realizado alguna actividad lúdica, deportiva o recreativa, pero que esto no ocupe mucho tiempo ya que es importante dejar el tiempo suficiente para la realización de otras tareas.

Por otra parte, Machado Fernández comenta que es necesario pedir ayuda cuando se presenten problemas en el aprendizaje o en la realización de una tarea, que aun bajo varias opciones o repeticiones se dé oportunidad al estudiante de efectuar cierta tarea y no logre realizarla se está hablando de un problema, que por lo general en niños los maestros son quienes señalizan estas situaciones.

En los jóvenes cuando es difícil recordar, mantener la atención puesta en la tarea o la instrucción, realizar ciertas tareas o ejecutar pasos de un procedimiento, puede ser resultado de la falta de hábitos de estudio adecuados o bien a una problemática personal, familiar o incluso vocacional.

A ejercitar la mente

Los ejercicios mentales ayudan en gran medida. Existen diversos y todos ellos tienen una tarea en particular, como lo es mejorar la creatividad, memorización; por otra parte la gimnasia cerebral ejercicios de respiración y relajación también preparan al cuerpo y la mente para estar en una situación más apropiada para estudiar o bien concentrarse en una tarea.

La psicóloga comenta que “lo fundamental para alcanzar la concentración, es poder evitar otro tipo de pensamiento, preocupación o estimulo diferente al que queremos atender, cuando no hay concentración no es que necesariamente tengas que ejercitar tu mente, sino más bien preguntarte si algo te preocupa o si está presente algo que atraiga más tu atención”.

“Lo fundamental para alcanzar la concentración, es poder evitar otro tipo de pensamiento, preocupación o estimulo diferente al que queremos atender, cuando no hay concentración no es que necesariamente tengas que ejercitar tu mente, sino más bien preguntarte si algo te preocupa o si está presente algo que atraiga más tu atención”.

Julieta Machado Fernández,

psicóloga y orientadora

Leer más de Doctor en Casa

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

TENDENCIA

+ LEÍDAS

EL SIGLO Últimas noticias

+ Más leídas de Doctor en Casa

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

No te pierdas ¡concéntrate!

Clasificados

ID: 776565

elsiglo.mx