La parte que más se aprovecha de la planta de jamaica es la flor, que en México se utiliza en bebidas refrescantes, gelatinas e infusiones, así como para la preparación de mermeladas, ates, jalea, cremas y otros derivados.
La Jamaica (Hibiscus sabdariffa L.), de la familia de las Malváceas, es originaria de África, fue introducida a México en la época colonial y desde entonces se ha cultivado en regiones cálidas y semicálidas de México, siendo los estados de Guerrero, Oaxaca, Colima y Campeche, los principales productores de jamaica.
Las propiedades alimenticias y medicinales de la flor de jamaica la hacen aceptable en muchos lugares del mundo sin importar su clima, se toma como agua fresca o como té.
La jamaica es antiparasitaria, diurética y ligeramente laxante. Ayuda al proceso digestivo y renal, es útil para bajar de peso y para controlar el grado de colesterol.
Las enfermedades cardiovasculares son consideradas de las más importantes causas de mortalidad en el mundo. Un factor de riesgo importante en estos padecimientos es el aumento de colesterol en la sangre, estado que se incrementa con la edad en ambos sexos.
Estudios recientes han evidenciado que la reducción del colesterol total sérico y del colesterol de baja densidad (colesterol malo) con medicamentos disminuye la incidencia de enfermedad coronaria en 19%.
El objetivo de esta investigación fue demostrar que la jamaica tiene efecto para disminuir los niveles séricos del colesterol y triglicéridos en las hiperlipidemias.
Durante 14 meses se realizó un ensayo clínico en derechohabientes del Seguro Social en la ciudad de Oaxaca, el estudio se aplicó a 40 pacientes tratados con medicamentos (Pravastina). Se incluyeron pacientes con edades entre 30 y 60 años, de ambos sexos y con niveles de triglicéridos altos. La vigilancia clínica de los pacientes incluyó la presión arterial, el peso corporal, náuseas, dolores musculares y abdominales, somnolencia, mareos, diarreas y dolor de cabeza.
Se prepararon 10 gramos de jamaica en un litro de agua potable sin hervir serenada (un intervalo de 3 horas como mínimo), se le agregó 5 gramos de azúcar (equivalente a 1 cucharada sopera) y se ingiere a cualquier hora del día. Al final de este estudio se observó la disminución de colesterol total de 35% con aumento de colesterol de alta densidad y disminución de triglicéridos.
Diversos medicamentos se han empleado para el tratamiento de la hipercolesterolemia, sin embargo, en la mayoría de ellos su acción suele ser discreta, el costo del medicamento en sí, los hace poco accesibles, además los efectos colaterales son significativos en ocasiones, la disminución de peso corporal y ejercicio son componentes esenciales en el manejo de la hipercolesterolemia.
Como resultado adicional, en este estudio se observó una disminución de peso de 1 a 4 kg en el grupo experimental sin dietas ni ejercicios. La eficacia de una sustancia natural como lo es la jamaica libre de efectos secundarios fue demostrada en este estudio, además por el costo es muy accesible a grandes grupos poblacionales.
En los países de América y el Caribe, es mucho más popular el consumo de agua de jamaica, puesto que el clima y otros factores ambientales hacen posible la cosecha y abundancia de éstas. Un claro ejemplo de esta fertilidad son los países como el Perú, Colombia y Ecuador, en donde es muy alto el índice de producción y cosecha agrícola durante el año, además de un gran número de población dedicada a las actividades del campo. México, tampoco se queda atrás, pues no sólo tienen muy buena producción, sino que además cuentan con especies muy nutritivas y exclusivas de sus campos, como es la jamaica.
Hipertensión arterial, cálculos de riñón, estreñimiento y otros males pueden ser mitigados con el consumo del agua de jamaica que tiene propiedades altamente curativas en lo que se refiere a los problemas del colesterol, bucales, como la inflamación de las encías, y contra la disminución de las defensas del organismo.
El consumo del agua de jamaica puede ser un gran aliado en la mejora de la salud de muchas personas que padecen de enfermedades digestivas en todos los casos en que se presentan hiperlipidemias o, lo que es lo mismo, trastornos metabólicos caracterizados por la existencia de niveles elevados de lípidos en la sangre.