"El periodismo no es en esencia una fuerza privativa, como la han hecho en realidad. Es una fuerza expansiva y comprensiva, que debe extenderse a todo y abarcarlo todo en el sentido de la verdad, del bien, de la libertad y la justicia".
Eugenio María de Hostos
Política editorial de El Siglo de Torreón
"La Laguna la hacemos todos", es una frase a la que en varias ocasiones se hizo mención en el marco de los festejos por el noventa aniversario de El Siglo de Torreón, los cuales dieron inicio la semana pasada. Más que un eslogan conmemorativo, dichas palabras acogen el sentimiento de nuestra casa editora hacia la región que hace noventa años la vio nacer. "La Laguna la hacemos todos", de ahí que la comunidad fuese el principal protagonista de los festejos de su periódico. "La Laguna la hacemos todos", al lector-nuestro único interlocutor válido- y a los valores y causas que caracterizan a una Laguna formada bajo los avatares del desierto, nos debemos.
En los anales del tercer milenio, la consolidación de la democracia en las distintas naciones del orbe, el avance de las telecomunicaciones y las nuevas tecnologías de la información; coadyuvan a que el ciudadano de a pie se involucre y vincule en prácticamente todos los procesos de la vida de una comunidad, estado o nación. Hoy por hoy, la única forma de cimentar el futuro y solidificar la construcción del porvenir, es mediante la participación ciudadana. Los tiempos convulsos, aciagos y al mismo tiempo esperanzadores que vive México demandan ciudadanos críticos y propositivos que desde sus distintas trincheras y diferentes ámbitos de competencia, trabajen intensamente en pro de todo aquello en lo que creen, de lo que los hace mejores.
Hace muchísimos años, hombres y mujeres venidos desde los más recónditos confines del planeta, llegaron a La Laguna y terminaron venciendo las dificultades, misterios e interrogantes que supone el desierto. Lo lograron gracias a la unión, el trabajo, la constancia y pasión creadora. El camino hacia la consolidación del éxito no siempre sería fácil ni exento de dificultades, sin embargo, a la larga el resultado bien valió la pena. La fama de los laguneros como gente franca, abierta, trabajadora, audaz y valiente, traspasa fronteras. A pesar de la actual situación de inseguridad y violencia que azota a la región -mal endémico que por desgracia se extiende a lo largo y ancho del territorio- en definitiva, La Laguna sigue siendo un referente nacional y ante dichos sucesos habrá de salir fortalecida, más sabia, más unida. Los laguneros están acostumbrados a adversidad y terminarán venciéndola.
El Siglo de Torreón cumple nueve décadas gracias a la preferencia de un público para el cual su periódico es y seguirá siendo espejo de los valores de la región y cronista de los sucesos más importantes y trascendentes a nivel local, nacional e internacional. En sintonía con la historia de la Comarca, tampoco los pasajes de la vida del periódico han sido siempre fáciles o carentes de dificultad. A lo largo del camino -como en cualquier empresa- se cometieron errores. A pesar de ello, gracias a un constante ejercicio de análisis y autocrítica, El Siglo de Torreón todos los días busca ser mejor para estar a la altura de lo que sus lectores -por fortuna cada vez más críticos y participativos-, demandan y esperan de su diario. El periodismo, a mi juicio una de las profesiones más nobles y apasionantes que existen, debe pugnar por las causas justas y defender antes que nada, los intereses de la comunidad y ser el receptáculo y foro que dé voz a quien no la tiene. Como bien lo señaló el director general del periódico en su discurso: ante el poder y la cosa pública, una sana distancia. Ojalá y dicha noción siga siendo nuestra más irrenunciable tarea. Olvidarlo es condenarse al fracaso.
La fiesta por las nueve décadas de vida de El Siglo de Torreón fue la fiesta de todos, querido lector. Es tuya, es mía y cualquiera estará convidado a las que están por venir. La intensa y nutrida participación en la carrera atlética del pasado domingo, la cena con los ganadores de los distintos concursos a los que se convocó a los lectores, y finalmente la gala en el Teatro Isauro Martínez, no hubiesen sido posibles sin el empuje, el talento y las ideas que aportó la comunidad.
Como columnista que desde lejos mira con orgullo y enorme agradecimiento a la casa editora que lo vio nacer, felicito a la familia siglera por estos primeros noventa años de vida como el diario de los laguneros y una de las instituciones periodísticas más prestigiosas y respetadas del país. Ante todo, gracias a los lectores y a la comunidad. Porque La Laguna somos todos.
Twitter @patoloquasto
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