ASOCIACIÓN DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA, A. C.
(PSILAC).
CAPÍTULO ESTATAL COAHUILA DE LA ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA.
PARÉNTESIS PARA UN ANIVERSARIO
Cumplir dieciocho años en nuestra cultura, resulta siempre todo un acontecimiento psicológico, social, cultural y político, aunque no siempre se le celebra en la misma forma y magnitud que caracteriza la celebración de otros aniversarios. Por alguna razón y no siempre clara, se ha escogido ese número, como la frontera que supuestamente viene a dividir aún con ciertos lineamientos artificiales, la terminación de la adolescencia para diferenciarla con el inicio de la edad adulta, que se supone caracteriza un estado de madurez y de formalidad, que nos convierte en ciudadanos mayores de edad, aptos para enfrentar una serie de tareas, funciones, relaciones, derechos y responsabilidades designados para dicha etapa. A pesar de que esta división artificial y hasta cierto punto fortuita no es del todo cierta, ya que como todos sabemos especialmente en nuestra época, el cumplir dieciocho años no garantiza necesariamente que se hayan dado todavía esos cambios, ni que se llenen tales espectaculares expectativas en nuestros jóvenes, la realidad legal así los designa, de modo que inclusive se formaliza este acto simbólico mediante la entrega de la credencial de elector, una credencial que los identifica precisamente como ciudadanos que han llegado a la mayoría de edad.
Bajo tales lineamientos y criterios, se podría decir entonces que esta columna de "Nuestra Salud Mental" ha llegado al fin a su mayoría de edad, en este año que se inicia con el 2012. Son ya precisamente dieciocho años, cuando un grupo de psiquiatras de la región nos unimos como una agrupación a favor de la Salud Mental, y definimos como uno de nuestros objetivos básicos, el llevar a cabo una campaña educativa para la difusión pública de mejores y más apropiados conocimiento profesionales sobre la salud mental, los trastornos mentales y los métodos que existen en el presente para diagnosticarlos, tratarlos y erradicarlos. Dicho objetivo buscaba combatir esa serie de mentiras, miedos, vergüenzas, mitos, leyendas y pensamientos mágicos y distorsionados que han estigmatizado por siglos a los trastornos mentales y a quienes los padecen; estigma que hemos heredado como producto de la ignorancia, del oscurantismo y del bajo nivel de educación de nuestros antepasados, estigma que en ciertos casos, todavía nos acompaña, muy a pesar de que estamos viviendo en el civilizado siglo XXI. Cuando iniciamos esta campaña, buscamos utilizar los diferentes medios de comunicación a nuestro alcance, como fueron la prensa, la radio y la televisión, en los cuales participamos por varios años. En la actualidad, sólo ha permanecido esta columna de "Nuestra Salud Mental" en forma constante y sin interrupciones, gracias a la hospitalidad de "El Siglo de Torreón", y de quienes lo publican en el Departamento de Sociales, así como al gusto y al esfuerzo que ha representado para mí escribirla cada semana. Muchos de mis compañeros se han abocado a participar periódicamente en programas educativos de la radio y la televisión, que mantienen los mismos objetivos. Afortunadamente, y a partir de esa época, programas semejantes han germinado y fructificado en forma muy prolífica en todos los medios de comunicación laguneros, con objetivos similares, como es la difusión de la salud mental, pero con bases más serias y profesionales, a través de las entrevistas y comentarios de psiquiatras y psicólogos calificados que han tomado ese rol, así como de otro tipo de terapeutas o de diferentes aficionados inclinados hacia ese renglón, que también gustan de dar sus opiniones al respecto.
Es verdaderamente un orgullo y una gran satisfacción, el descubrir casi sin darme cuenta, que esta columna ha cumplido sus dieciocho años, que se está orientando hacia la etapa adulta, y que seguramente recibirá su credencial de elector, al menos para reconocerse como adulto.