De acuerdo con Sourcefire, empresa especializada en soluciones de seguridad, tan sólo en 2011 se registraron más de 280 millones de virus, con Persistentes Amenazas Avanzadas (APT’s).
México debe fortalecer su capacidad para enfrentar los ataques cibernéticos, pues la enorme cantidad de malware nuevos al día vuelve obsoletos los dispositivos de seguridad usados por compañías o dependencias públicas.
De acuerdo con Sourcefire, empresa especializada en soluciones de seguridad, tan sólo en 2011 se registraron más de 280 millones de virus, con Persistentes Amenazas Avanzadas (APT’s), las cuales evaden las tradicionales formas de protección de redes.
Explicó que el aumento del riesgo se debe a que 75 por ciento de los nuevos virus se presentan en un sólo endpoint (número interno de la red vPhone, que permite conectarse con otro usuario de la misma red) y sólo cerca de 40 por ciento del nuevo malware es detectado.
Sourcefire subrayó que el carácter efímero del ente ocasiona que tres cuartas partes de las amenazas tengan un corto periodo de vida, provocando que sea más difícil su detección.
Indicó que los sistemas operan de manera independiente, normalmente un virus es bloqueado al momento de ser detectado por otro; sin embargo, la pérdida de información que ocurre al no ser compartida entre una tecnología y otra, representa un riesgo para el sistema.
Ante este panorama, las nuevas soluciones de protección avanzada antimalware deben actuar de forma colaborativa, además de integrarse para trabajar conjuntamente y decidir si un archivo o aplicación representa una amenaza.
Refirió que debido a que los virus se propagan a través de empresas, el hecho de que un endpoint sea expuesto a una amenaza no dice nada acerca de cómo este virus puede impactar en el resto del sistema.
También agregó que “nunca será posible alcanzar el ciento por ciento de efectividad en contra de ataques, pero sí mejorar la tecnología, hacerla complementaria y tener un amplio conocimiento de las funciones del sistema de protección con el que se cuenta”, pues la detección ya no es suficiente.
La mejor solución de protección es aquella que cuenta con tecnología que permite al usuario responder rápidamente a cualquier amenaza y posible expansión de ésta; las mejores soluciones son aquellas capaces de encontrar dónde comenzó el ataque y cómo se esparció, afirmó.
