Rumbo a las elecciones. El presidente Barack Obama durante una reunión en Tampa.
El presidente Barack Obama, al cortejar a los electores hispanos, defendió ayer su decisión de quitar la amenaza de deportación sobre cientos de miles de inmigrantes irregulares en Estados Unidos, y dijo que esa medida les dio una demorada "sensación de esperanza" .
Ante un auditorio de funcionarios latinos, Obama exhortó al Congreso para que finalmente trabajen juntos en un reacomodo sustancial y amplio de las leyes de inmigración en Estados Unidos.
El mandatario estadounidense adaptó en su campaña de reelección un mensaje sobre equidad y oportunidades económicas para un grupo de autoridades hispanas, ante el cual el virtual candidato republicano Mitt Romney habló un día antes. Los electores hispanos son un sector vital en varios estados que podrían definir los comicios de noviembre, como Florida, Nevada y Virginia.Obama aseguró que la nación necesita ideas y políticas que fortalezcan a la clase media y "nuestro actual sistema de inmigración no refleja esos valores" . El sistema castiga a los inmigrantes que acatan las reglas y aleja a los emprendedores que pueden conseguir educación en Estados Unidos pero que no pueden permanecer legalmente en el país, señaló.
El presidente hizo las declaraciones ante la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos y Designados (NALEO por sus siglas en inglés), en su primer discurso a un grupo de hispanos desde que decretó que un gran número de jóvenes inmigrantes irregulares llevados a EU cuando niños no serán deportados y podrán recibir permisos laborales con una duración de dos años. "Eso fue lo correcto" , dijo Obama.