Mientras que en su Informe a la Nación del miércoles pasado el presidente Obama propuso medidas para defender los empleos de su país contra los estragos de la recesión y trazó medidas concretas para apoyar la mayor producción nacional, en México seguimos empeñados en aplicar un mecanismo de sistemática desgravación que tiene por confesado propósito desproteger a las industrias y obligarlas a competir con productores que cuentan con ventajas estructurales superiores.
En un discurso que resumió las muchas y complejas facetas de las responsabilidades internacionales de su país, Obama destinó una porción sustancial del mismo a señalar con firmeza que la principal prioridad interna es recuperar los empleos que se han perdido en la recesión que se precipitó en el país después de los desastres financieros que aún repercuten por todo el mundo.
La depresión no fue la única causa de la pérdida de millones de empleos. Obama enfatizó la necesidad de recuperar los puestos de trabajo que los empresarios norteamericanos han exportado vía subcontrataciones en otros países para fabricar sus artículos fuera de Estados Unidos. Dio aviso a los empresarios que han realizado tales estrategias que ahora toca regresar a su país los empleos que han contratado en el exterior. Y señaló que "no hay que despreciar nuestra propia mano de obra cuando la calidad del trabajador norteamericano está a la altura de la mejor del mundo.
El presidente Obama dio que es asunto crítico aumentar las exportaciones de productos hechos en Estados Unidos. Enfatizó que absolutamente todos los Acuerdos de Libre Comercio que ha firmado han tenido por objeto crear puestos de trabajo para trabajadores norteamericanos y dio ejemplos destacando los acuerdos firmados con India y China que generaron 250,000 empleos y con Corea del Sur que creará 70,000 puestos. "Se buscará tratados con Panamá y Colombia y se continuará el proceso para el acuerdo transpacífico".
Por otra parte, Barack Obama se comprometió a defender los empleos contra las importaciones de competencia desleal venidas especialmente de China. Hay que recordar que Obama no vaciló hace más de un año en imponer una tarifa del 35% a las llantas chinas que distorsionaban el mercado norteamericano. Esta medida fue aplicada también por Brasil. México, pese a haberla considerado, no lo ha hecho aún.
La batalla para retomar el ritmo económico en Estados Unidos tardará varios años y Obama la visualiza en tres grandes rubros: reducir costos de fabricación en el EUA, proteger la fabricación nacional en lugar de cederla al extranjero y oposición tajante a las importaciones desleales.
La política de comercio exterior que México ha adoptado es diametralmente distinta a la que propone el presidente Obama para rescatar e impulsar a su economía y las medidas que se están siguiendo en otros países.
México debe de entender que en estos momentos todos sin excepción, hasta la misma China con sus impresionantes logros, enfrentamos los mismos problemas derivados de la caída de los mercados por la recesión mundial, la redundancia obrera como impacto de altas tecnologías de producción agrícola e industrial, y todo ello dentro de un escenario globalizado que sólo premia a los productores más fuertes.
Nosotros, sin embargo, carecemos de las armas necesarias; no hay estímulos para artículos que podemos cultivar y fabricar en casa, empleando nuestra mano de obra y con ello integrar las cadenas de producción-exportación. En Brasil y Argentina se están dando pasos específicos para preferir sus productos y así detener el despido de sus trabajadores y tener una oferta nacional exportable.
Nosotros no. Frente a la urgencia de establecer defensas ágiles y de efecto inmediato, nos parece suficiente recomendar al productor perjudicado por la apertura excesiva o la competencia desleal que emprenda largos y problemáticos procesos de "antidumping", en lugar de establecer preferencias en el mercado nacional para incentivar al producto mexicano. No así, el presidente Obama que anuncia antier que continuará con las disposiciones de "Buy American", prefiera lo americano, aunque en la OMC les parezca mal.
Juliofelipefaesler@yahoo.com