Los obreros que trabajan en la ampliación del Canal de Panamá se atribuyeron hoy una victoria con la huelga que realizaron la semana pasada por ajustes salariales, pero afirmaron que aspiran a un mejor salario del que fue "impuesto" por el Gobierno en la negociación para poner fin al paro.
El secretario de organización del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs), Genaro López, dijo que la huelga de seis días fue "un triunfo" de la organización sindical y de los trabajadores, aunque reconoció que "no fue fácil" negociar con el Gobierno.
López añadió que el Gobierno, a través de la ministra de Trabajo, Alma Cortés, medió en el conflicto entre los obreros y el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC) -liderado por la española Sacyr Vallehermoso- "y finalmente tomó su decisión de imponer un decreto" con el nuevo ajuste.
"Se logró sentar al Gobierno, aunque la propuesta de los trabajadores era de un mayor salario", indicó López en un vídeo colgado en la página del Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Sociales y Económicos (Frenadeso).
El Gobierno promulgó hoy en la Gaceta Oficial del Estado la modificación de un decreto de 1980 que establece en 2,90 dólares el salario mínimo para los trabajadores del área del Canal.
El decreto, con la firma del presidente, Ricardo Martinelli, establece ahora un pago de 3,34 dólares por hora a los ayudantes y un incremento de 3,96 dólares para los trabajadores calificados por el periodo que resta hasta que concluya la construcción del nuevo juego de esclusas de la ampliación de la vía acuática.
El documento aclara que al Ejecutivo le correspondió fijar este ajuste salarial en virtud de que "no se logró un acuerdo entre las partes".
López, por su parte, dijo que el sindicato firmó un acuerdo con el GUPC de que no tomará represalias con los que participaron en la huelga, al tiempo que las dos partes nombraron una comisión para atender todos los problemas relacionados con las obras de ampliación, para que las mismas, indicó, "se puedan desenvolver de mejor forma".
El líder sindical agregó que el consorcio pagará a los obreros cuatro de los seis días que estuvieron en paro, mientras que el Suntracs desembolsará 30 dólares de subsidio de su fondo de huelga a cada uno de los trabajadores.
En las negociaciones, los obreros también lograron que el consorcio GUPC, liderado por Sacyr e integrado por la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña CUSA, les hiciera efectivo el pago de las horas extras y los domingos que habían trabajado.
El GUPC, que construye un nuevo juego de esclusas en el canal que permita el tránsito de buques más grandes, dijo que hizo una revisión de las nóminas para luego pagar a unos 6 mil trabajadores las diferencias adeudadas, que achacó a un error contable.
La paralización de las obras se inició el pasado 16 de enero en Cocolí, en el sector del Pacífico, y en la provincia caribeña de Colón, donde se realizan los trabajos de las nuevas esclusas de la vía interoceánica.
Las autoridades gubernamentales no han precisado a cuánto ascienden las pérdidas económicas por los seis días de huelga.
El GUPC cuenta con una fuerza laboral de 5,930 colaboradores directos, de los que 244 es personal extranjero especializado, que representa un 4 % del total de empleados de la empresa.