Alternativas. Señala el especialista que urgen crear mecanismos para garantizar la seguridad alimentaria en el país.
Pavan Sukhdev, consultor especial sobre economía verde del Fondo Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), asegura que México todavía tiene pendientes en materia ambiental y "trabajo duro por hacer".
En entrevista señala que el país debe invertir en los pequeños productores para conservar su seguridad alimentaria y crear más empleos a través de este esquema.
"México tiene que impulsar a los productores, en especial a los pequeños, que representan 20% de la población en el país, la mayoría son pobres y la mitad de ellos, son extremadamente pobres. Esta población sobrevive por pequeños ejidos. La prioridad es invertir en estos terrenos, no para destruirlos o para que sean absorbidos por grandes empresas, sino para hacerlos económicamente viables, dándoles los medios para mantenerse", señala. El investigador advierte que existen ejemplos donde la agricultura sostenible es posible a pequeña escala y esto debe ser considerado por las autoridades mexicanas. "Este esquema no sólo resuelve la crisis alimentaria, sino el problema de la marginación porque así las familias pueden duplicar sus ingresos", advierte.
Otra de los retos que tiene el país, indica, son los subsidios a las energías fósiles, donde la clase alta y media alta también se beneficia. Asegura que cada familia en México recibe más de mil dólares al año, cuando ese presupuesto podría ser mejor invertido en otros proyectos productivos.
El académico advierte que muchas naciones en desarrollo se ven presionadas por grandes corporaciones para que éstas tengan acceso a los recursos naturales, pero ese "es un patrimonio que no puede estar en venta".
Por ello, aplaude la decisión del gobierno mexicano de retirar el proyecto minero en la reserva Wirikuta, pero este tipo de empresas todavía son una amenaza en la región.
"La corrupción es una de las razones principales por las cuales las naciones en desarrollo no pueden progresar; los recursos naturales que están disponibles en estos países son vendidos a bajo costo, porque algunos políticos o empleados gubernamentales aceptan un buen soborno, y dejan ir sus recursos naturales que, de hecho, pertenecen a la gente", concluyó.