Pruebas. Para el secretario de Elecciones del Comité Directivo Estatal del PRI, no le significan pruebas de un supuesto fraude.
Tras conocer que Andrés Manuel López Obrador le puso fecha al recurso de impugnación de la elección presidencial, el cual se presentará el jueves próximo, Rosauro Meza, representante del PRI ante el Consejo Local del Instituto Federal Electoral (IFE), consideró ocioso recurrir a ello, pues destacó que al candidato de las izquierdas ya no le quedan argumentos, pues al hacerse el reconteo de votos en el 60 por ciento de las casillas del país, se refrendó el triunfo de Enrique Peña Nieto.
El también secretario de Elecciones del Comité Directivo Estatal del Revolucionario Institucional (PRI) destacó que si bien la ley en la materia abre la posibilidad a que cualquier partido político que se sienta agraviado promueva la nulidad o invalidez de una elección, está obligado a aportar las pruebas y con ello confirmar que ciertas acciones ilegales influyeron en el resultado.
"Hay un capítulo (en la ley) de pruebas para hacer constar los agravios (...)", apuntó Meza Sifuentes, quien explicó que la autoridad electoral, en caso de encontrar elementos, debe entonces proceder y resolver.
Recordó que hace seis años López Obrador acusó que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no accedió a la apertura de paquetes de las casillas, porque ahí estaban las pruebas del fraude, argumento que ahora el tabasqueño no puede sostener, dijo.
Sobre la postura marcada este lunes por el presidente de Felipe Calderón Hinojosa, al conminar a las autoridades a investigar la supuesta compra de millones de votos el domingo uno de julio, Meza Sifuentes expresó que el PRI está en favor que se indague.
Apuntó que el juez electoral está obligado a probar si se dio la compra de voluntades de los ciudadanos que votaron, porque de ser así se hablaría de un delito no sólo electoral sino también penal.