Peligroso. Consideran que los pozos mineros representan un peligro para los trabajadores, sobre todo si están en malas condiciones.
La tragedia minera ocurrida en el municipio de Múzquiz, en donde fallecieron 7 trabajadores provocó el desplazamiento de integrantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) a la entidad, a fin de ofrecer apoyo a los familiares de las víctimas.
La CNDH exigió al Gobierno del Estado medidas cautelares urgentes para que evitar que más trabajadores mineros mueran.
A través de un comunicado de prensa la CNDH pidió al gobernador Rubén Moreira que verificará si el pocito propiedad de la Minera El Progreso cumplía con las normas de seguridad e higiene, así como la suspensión inmediata de las actividades en este lugar.
Asimismo, el gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez, acudió al lugar de la tragedia el día de ayer donde se reunió con la secretaria del Trabajo federal, Rosalinda Vélez a las 19 horas.
En la reunión se realizó la revisión de los trabajos de supervisión y control de explotación de carbón.
En Coahuila al menos 89 mineros han perdido la vida de 2006 a la fecha, lo que ha provocado que líderes sociales encabecen numerosas protestas para solicitar mejores condiciones de trabajo, ya que se ha detectado falta de prestaciones laborales y seguridad laboral.
Por su parte, el obispo de Saltillo Raúl Vera López dijo que la muerte de mineros en Coahuila es culpa del Gobierno Federal por su irresponsabilidad y falta de atención a las condiciones infrahumanas en las que laboran los pozos y minas en el estado, declaró
"Estas muertes son un símbolo de la negligencia con la que se ha actuado en el Gobierno", aseveró el líder de la iglesia católica.
"La situación en las minas es la misma que cuando fue el accidente en Pasta de Conchos, es una muestra más de la estela de muerte que ahí se siembra", manifestó Raúl Vera.
