'Ojalá tomaran la decisión de convertirse en donadores'

Desde hace seis años, Sandra Luz Sánchez Vitela es coordinadora de Donación de Órganos y Tejidos con Fines de Trasplante del ISSSTE de Torreón. Su trabajo representa una esperanza de vida para las personas en lista de espera a consecuencia de insuficiencias renales.

Su vocación por la enfermería y el amor al prójimo, despertó desde niña. Nació en el hospital del ISSSTE y prácticamente creció ahí porque sus padres trabajaban en el instituto.

Desde niña le gustaba ver cómo las enfermeras atendían a sus pacientes, y desde entonces soñó con convertirse una de ellas. Sandra Luz tuvo la oportunidad de prepararse como enfermera quirúrgica, administradora, y supervisora en el hospital del ISSSTE.

 ACEPTA EL RETO Después de 25 años como enfermera, la dirección del hospital la consideró como un prospecto para ocupar la Coordinación de Procuración de Órganos del ISSSTE.

"Estuve en capacitación en Monterrey, y al estar en contacto con la donación de órganos y con las personas en recuperación de trasplantes, decidí aceptar el reto".

La muerte es inevitable, pero en muchas ocasiones también puede convertirse en un paso de vida. La donación de órganos representa una esperanza para los pacientes en lista de espera.

Sandra Luz dice que es un cargo difícil porque hay que enfrentarse con familias en duelo: "debemos tratar con los familiares de un posible donador en los momentos más difíciles, justo cuando están sufriendo la pérdida de un ser querido".

 CONSUELO Y APOYO Para facilitar el trabajo, busca la empatía con los familiares, pero sobre todo comprender su dolor, y darles el consuelo y el apoyo que necesitan en ese momento.

"Considero mi trabajo como una misión. No es una casualidad porque creo que Dios nos da la oportunidad de ayudar al próximo y en lo personal, en esta área, me he sentido muy satisfecha".

Tanto como enfermera como coordinadora siempre trata de ayudar a los demás. Su trabajo no se remite sólo al ISSSTE sino a otras instituciones médicas como el Hospital Universitario donde también es procuradora de órganos.

"Mi trabajo como coordinadora hospitalaria consiste en apoyar a la familia en duelo, solicitar la donación y captar donantes en muerte encefálica, hacer la valoración que incluye muchos trámites y logística hasta informes generales".

Pero también incluye el compromiso de difundir la donación de órganos en la sociedad a través de talleres, conferencias, cursos, y todo tipo de eventos.

 AÚN FALTA INFORMACIÓN Considera que falta mucha información sobre la donación de órganos. Al principio su trabajo fue un gran reto porque había mucha resistencia de la sociedad a aceptar este tipo de programas.

Sin embargo, gracias a la difusión correcta de información sobre la donación de órganos, Sandra Luz ha visto resultados positivos porque hoy en día cada vez es mayor el número de personas que desean convertirse en donantes.

El ISSSTE tiene un convenio de trabajo con el Hospital Universitario y el Sanatorio Español, a favor de los programas de donación y trasplantes.

De esta manera, cuando existe un potencial donante en el área crítica o de terapia intensiva de esos hospitales, los directores, supervisores, o enfermeras, le avisan a Sandra Luz para que acuda a realizar la evaluación y se haga cargo del proceso.

"En el ISSSTE tengo todo el apoyo y la ayuda de nuestros directivos para poder hacerme cargo de los procesos en otros hospitales, porque desgraciadamente somos muy pocas coordinadoras de órganos en Torreón".

En Torreón sólo la doctora Leidy Peniche Polanco, pionera de estos programas en la Clínica 71 del IMSS; la enfermera Imelda Espino Vázquez del mismo centro hospitalario; y Sandra Luz Sánchez Vitela del ISSSTE, son coordinadoras de órganos.

"Tengo entendido que en el Hospital Ángeles también hay una coordinadora, pero aún así somos insuficientes. En este tema de donación siempre hace falta más personal con capacitación, adiestramiento y la licencia que otorga el Cenatra y la Cofepris, que garantiza la legalidad y transparencia en nuestro trabajo".

 DONANTES EN VIDA Y FALLECIDOS

A pesar de la carga de trabajo, ayudar a salvar la vida de una persona la mueve día a día, pues el potencial donante por muerte encefálica se presenta inesperadamente, por eso Sandra Luz siempre debe estar lista, sin importar la hora ni el día, para acudir de inmediato a la valoración.

Explica que hay dos tipos de donación: donadores en vida y fallecidos. Los primeros pueden donar riñón, pulmón o un segmento de hígado, siempre y cuando esté en condiciones óptimas de salud y no se ponga en riesgo su vida.

El donador cadavérico es aquel que se encuentra en muerte cerebral, y pueden donar corazón, pulmones, hígado, páncreas y riñones.

 EN LISTA DE ESPERA

Cuando se ha detenido el corazón ya no pueden donar órganos, pero tejidos sí como córneas, hueso, piel y válvulas cardiacas.

Al día de hoy en México existen 15 mil 751 personas en la lista de espera para recibir un órgano.

Se distribuyen de la siguiente manera: ocho mil 167 un riñón; siete mil 192 córneas; 325 un hígado, 45 un corazón; 11 riñón-páncreas; cinco de páncreas; 4 un pulmón; uno corazón-riñón; y una hígado-riñón.

En el ISSSTE se han realizado 37 trasplantes de riñón y 18 de córneas, y en todos los procesos Sandra Luz ha estado involucrada.

"Me encargo de apoyar al doctor Alejandro Gómez Alvarado, encargado de realizar los trasplantes de riñón, y al doctor Luis Tueme, responsable de los trasplantes de córneas, somos un equipo y me toca ayudarlos con el protocolo de la selección de pacientes".

También está con los pacientes trasplantados y en donación, en sus consultas e internamientos.

En estos seis años, en pocas ocasiones le ha tocado que los familiares se nieguen a donar los órganos de sus seres queridos y en estos casos trata de ponerse en su lugar.

 LABOR INFORMATIVA

"No se trata de convencer porque la familia es la que tiene todo el mérito. Yo sólo soy un medio para llevarles la información de todos los beneficios que pueden recibir otros pacientes si autorizan la donación".

Trata de hacerles ver que sus seres queridos seguirán viviendo en otras personas, y les explica que ninguna religión prohíbe la donación de órganos, incluso los apoya consiguiéndoles ayuda espiritual si así lo desean, ya sea a través de un ministro, sacerdote o una tanatóloga, entre otros.

"Es importante aclarar todos sus dudas y disipar sus miedos".

Sí los familiares deciden no autorizar la donación, también se debe respetar su decisión y ponerse en su lugar, dice Sandra Luz.

Las personas que se encuentran en lista de espera tienen una disfunción orgánica que les impide realizar su vida normal. Esos pacientes esperan con gran ilusión una llamada para avisarles que hay un riñón para ellos.

"Ellos nos empujan a seguir trabajando en la donación y procuración de órganos. Todos los días salgo con la esperanza, no de que fallezcan las personas, pero sí de estar en el momento cuando haya una oportunidad de vida para otra persona".

A Sandra Luz le gustaría que en Torreón se construyera un hospital de tercer nivel porque las condiciones del actual no permiten realizar trasplantes de hígado o riñón o de otros órganos.

"Me gustaría que el hospital contara con un área específica de trasplantes y que nuestros pacientes estuvieran en las mejores condiciones posibles, que las cirugías fueran más rápido porque es evidente que el actual hospital está limitado en capacidad física para tener más internamientos y pacientes, es un sueño, pero esperemos que un día se concrete".

Es importante apoyar esos programas porque si bien no es agradable hablar de la muerte con la familia, es necesario hacer saber la decisión de convertirse en donadores porque una vez que el fallecimiento se presenta, los familiares serán los únicos que podrán autorizar el trasplante.

"Ojalá todas las personas tomaran la decisión de convertirse en donantes porque es muy triste morir y que nuestros órganos se pierdan, sobre todo cuando día a día aumenta la lista de espera por algún órgano".