'Olvidan' celebrar aniversario 123 del reloj de Ciudad Jardín

Hace 123 años se construyó y aún sigue funcionando. Adorna la esquina de la avenida Sarabia y calle Allende, y muy pocos conocen su historia. Se trata del Reloj Público de Lerdo, obra construida el 15 de septiembre de 1889, y que se vio interrumpida por una fuerte tormenta, por lo que hasta el 16 de septiembre que se celebró su puesta en marcha.

Según cuentan los apuntes del historiador Amado Illarramendi Fierro, de hace más de 50 años, fue el arzobispo de Durango de aquel tiempo, quien solicitó a arquitecto Miguel Trab Jacob de origen paslestino, la construcción de dos obras, una de ellas para realizar trabajos de cantera en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en la esquina de la avenida Sarabia y calle Hidalgo, considerada como de las más antiguas de la región.

Mientras trabajaba en dicha obra, el entonces jefe político del Partido de Mapimí, con residencia en Villa Lerdo, el Coronel Rafael González del Castillo, solicitó a Trab Jacob unos diseños de Torre para instalar un reloj público. El arquitecto le mostró el modelo de una torre con reloj que había construido en Puerto Jaifa, Palestina en 1877.

Fue de ahí que tomó su inspiración para la obra que hoy se mantiene en pie a un costado de la Presidencia Municipal de Ciudad Lerdo, y que hasta el momento ha pasado desapercibida.

En la torre en cada uno de sus cuatro lados, tiene un letrero en árabe que dice "La Elih Ila Alah", que en español se traduce "nada más alto que Dios".

Fue el 22 de abril de 1889 que el jefe político y el arquitecto palestino cerraron el trato, estableciendo la fecha de entrega de la obra para el 15 de septiembre de ese mismo año. Pero sólo se entregaría la torre, pues el reloj Enrique Sterling, sería el encargado de pedirlo y colocarlo para la fecha inaugural.

El costo total de la obra fue el siguiente: mano de obra y construcción de la torre 350 pesos; valor del reloj con dos carátulas 80 pesos y el valor del pararrayos con tres puntas de platino 70 pesos, dando un gran toral de 500 pesos.

"Cantidad que se antoja ridícula con el valor actual", dice el escrito de Illarramendi.

El cinco de mayo de 1889 a las cuatro de la tarde se colocó la primera piedra, para lo cual se programó una ceremonia en la que se contó con música de fondo, mientras se realizaba todo el protocolo.

La construcción de la obra siguió y fue el primero de septiembre de 1889 que estaba lista. Fue entonces que Enrique Sterling desempacó el reloj, que sólo contaba con una carátula, por lo que se cubrió el costado poniente con madera.

Una vez terminada la obra, fue el 15 de septiembre de 1889 a las 11 de la noche, que se realizaría la celebración. "Sonaron once campanadas en los momentos en que se vitorea a los héroes de nuestra Independencia", recuerda el historiador en sus apuntes.

Pero la celebración se vio interrumpida por una fuerte tormenta, similar a la registrada el jueves pasado y que azotara gran parte de la Región Lagunera.

No fue sino hasta el 16 de septiembre a las 11 de la mañana que con 21 cañonazos de aquel cañón de montaña, con el que se contaba en la jefatura, que se dio por inaugurada la obra del Reloj de Ciudad Lerdo.