El Consejo de Derechos Humanos decidió extender el mandato de la Comisión de Investigación sobre los crímenes en Siria y condenó al gobierno de Damasco por seguir cometiendo violaciones “generalizadas y sistemáticas” contra su pueblo.
Con una votación de 41 votos a favor, tres en contra (Rusia, China y Cuba) y tres abstenciones, el Consejo lamentó la falta de cooperación del gobierno sirio con la Comisión de Investigación que ha impedido la entrada de sus miembros en varias ocasiones.
La Comisión ha ofrecido pruebas sobre crímenes de lesa humanidad cometidos por altos mandos de ese país, incluida la masacre de Houla y entregó a la Alta Comisionada de la ONU para Derechos Humanos Navi Pillay una lista con los nombres de los responsables de tales delitos.
El Consejo condenó “todo tipo de violencia, cualquiera que sea su procedencia incluidos los actos de terrorismo”.
Asimismo, condenó que las autoridades sirias y las milicias Shabbiha, controladas por el gobierno, sigan cometiendo violaciones graves, generalizadas y sistemáticas de derechos humanos y las libertades fundamentales.
Ejemplificó estas violaciones como la utilización de armas pesadas y de la fuerza contra civiles, las masacres, las ejecuciones arbitrarias y extrajudiciales, la muerte y persecución de manifestantes, defensores de derechos humanos y periodistas.
El Consejo condenó detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, bloqueo para acceder a tratamiento médico, tortura, violencia sexual y malos tratos contra los niños.
De igual forma exhorta a todas las partes a poner fin a la violencia en todas sus formas e insta a los involucrados a respetar el derecho internacional aplicable a los derechos y a la protección de mujeres y niños.
Por su parte, el embajador de Siria Faysal Khabbaz al Hamoui al hablar como representante del país aludido rechazó categóricamente el texto calificándolo de “proyecto estéril” y lo consideró “politizado y selectivo”.