Benedicto XVI en México

Oran fieles afuera del Colegio Miraflores

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Cortesía am.com.mx

Por: Gloria Cendejas Guillen.

Hoy a las 8:00 horas en las instalaciones del Colegio Miraflores, el Papa celebró una Eucaristía, de manera muy anticipada, fieles oraban por verlo al menos un instante, no lo lograron, mucho menos ser parte de este restringido acto religioso.

“Participar en la celebración dominical, alimentarse del Pan eucarístico y experimentar la comunión de los hermanos y las hermanas en Cristo, es una necesidad para el cristiano; es una alegría; así el cristiano puede encontrar la energía necesaria para el camino que debemos recorrer cada semana”, fue una frase citada textualmente por Benedicto XVI en la Homilía de la misa de clausura del Congreso Eucarístico Nacional Italiano en Bari, 29 de mayo del 2010.

Pero aquí en León, en ese recinto educativo citado, no aplicó, no almenos para Erendira Martínez, de 40 años de edad, ama de casa que desde las 4:30 horas se levantó y caminó para estar con sus hijas, Erika Citlali y Paola Ivón Amezquita Martínez, querían ser parte de la Misa, o por lo mínimo verle unos instantes al Santo Padre.

Ella externó que quería que hubiera un buen diálogo con gobernantes para que ellos entendieran la realidad por la que el país pasa y que promovieran un cambio real.

También en las afueras de este espacio que resultó albergue para pernoctar al representante de Cristo en la Tierra, se encontraban, María de la Luz Salazar y Sandra Melendez, de 24 y 25 años respectivamente, originarias de San Felipe Torres Mochas, que aguardaban una posibilidad de ver al Vicario de la Iglesia, después de más de tres horas se fueron sin lograr su cometido.

La familia Granados Jantes, integrada por María Eva Jantes de 54 años de edad, sus hijos; Miguel Angel, Denis, Cecilia y Pilar, de 27, 16, 8 y 3 años respectivamente, oraban de manera insistente por que se les concediera si no entrar a la celebración litúrgica, cuando menos verle unos instantes, el tiempo pasó la angustia creció y no lograron su cometido.

Sin embargo su fe no fue derribada y es que expusieron que seguirían insistiendo, incluso hasta Guanajuato para poder ver al Santo Padre.

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